La guerra de Gaza, que ha puesto en evidencia a Estados Unidos como el último bastión pro israelí en el mundo, como se manifestó la pasada semana con su veto en solitario al reconocimiento del Estado palestino, se está trasladando en las últimas horas a los campus universitarios de todo el país.
Las universidades de Columbia, NYU (en Nueva York), el MIT de Boston, la de Yale en Connecticut o la de Berkeley en California y hasta la de Michigan, están protagonizando sonoras protestas pro palestinas en las que se pide ante todo un cambio de rumbo en la política de Washington hacia Israel.
Pero las reclamaciones también tienen una vertiente universitaria, y así piden a sus respectivos centros cortar la colaboración con universidades israelíes o que los rectorados renuncien a recibir financiación de empresas que participan de un modo u otro en la guerra.
En la Universidad de Nueva York (NYU) ayer lunes hubo 130 detenidos tras intervenir la policía para dispersar a los concentrados, una acción prácticamente calcada de la que el jueves anterior tuvo lugar en Columbia, cuando se desmanteló el campamento pro palestino y la policía arrestó a más de 100 personas.
Una estudiante de Columbia dijo a EFE que el desmantelamiento del campamento en la noche del jueves no parece haber servido de mucho, puesto que el domingo sus promotores volvieron a montarlo, aparentemente con mayor número de carpas y mejor organizado; por ejemplo, han nombrado portavoces y pedido a los activistas que no respondan individualmente a los periodistas.
Distinto es el caso en la NYU, donde en sus inmediaciones el ambiente era de total normalidad, según pudo comprobar EFE.
Un portavoz de Columbia, contactado por EFE, señaló que la presidenta de la universidad Nemat Shafik está “concentrada en desescalar el rencor en el campus” y está trabajando con todos los organismos de la universidad, la ciudad y hasta el estado en este sentido.
La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, que desde que empezó la guerra en Gaza ha multiplicado los mensajes proisraelíes, representa bien el dilema al que se enfrenta su propio Partido Demócrata ante estas protestas: ayer se presentó en el campus de Columbia y dijo defender el derecho a la libre expresión, pero a continuación subrayó que “hay estudiantes que tienen miedo”.
También dijo que “ningún estudiante debería ser perseguido por sus creencias religiosas”, y por si hubiera dudas de a quién se refería, posteó después en X unas imágenes en las que aparecía reunida con estudiantes judíos (reconocibles por su kipa en la cabeza) dentro de la universidad.
El expresidente Donald Trump también terció hoy en el debate, y como era de esperar echó la culpa de todo al presidente Joe Biden: “Lo que está pasando en las universidades es una vergüenza. Realmente es culpa de Biden. Ha perdido el juicio, tiene el tono equivocado… es un desastre (…) Todo es culpa de Biden y todo el mundo lo sabe”, dijo a los periodistas poco antes de entrar en el juicio que se sigue en su contra.
El diario Wall Street Journal augura hoy que las ceremonias de graduación de muchas universidades afectadas se van a ver afectadas por el clima de inestabilidad, y los rectorados ya están diseñando los planes para garantizar “la seguridad de los estudiantes y su propia reputación”.
Concretamente, la Universidad de Michigan (el estado con más población árabe de EUA) no ha prohibido las protestas ni siquiera durante las graduaciones, que comienzan el 4 de mayo, pero las ha confinado en unos espacios donde no se mezclarán con las familias que acudan a festejar ese momento con los graduados.