Un estudio realizado por Integralia, basado en información oficial y reportes de partidos políticos, revela que 15 estados enfrentan un riesgo alto y muy alto de intervención del crimen en sus elecciones locales, publica El Universal en su edición web de este miércoles. Estos estados se encuentran principalmente en regiones donde hasta el 80% del territorio está controlado o disputado por grupos criminales, incluyendo entidades como Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Chiapas y Morelos.
También se identifican 9 entidades federativas con un riesgo alto: Baja California, Sonora, Chihuahua, Tamaulipas, Zacatecas, Guanajuato, Estado de México, Tabasco y Veracruz.
A su vez, los estados que concentran más víctimas de violencia son los territorios disputados por el crimen organizado, siendo éstos Guerrero (73), Michoacán (56), Morelos (36), Chiapas (34) y Jalisco (32).
Según el análisis de Integralia, refiere El Universal, la intervención del crimen en las elecciones se manifiesta a través de diversos mecanismos, incluyendo la violencia política, movilización del voto, financiamiento de campañas, imposición de candidaturas e intervención directa en casillas electorales.
El estudio también destaca que la distribución de las agresiones varía según el partido político en el poder en cada estado. Por ejemplo, en Michoacán, donde gobierna Morena, la mayoría de las agresiones se dirigen contra opositores, mientras que en Jalisco, donde gobierna MC, las agresiones son principalmente contra miembros de otros partidos políticos.
De acuerdo a la cuantificación, los candidatos más afectados en agresiones son: de la oposición (107); Morena, PT y Verde (48), y otros partidos locales (26).
Del 7 de septiembre de 2023 al 21 de abril de este año, un total de 386 agresiones han dejado 501 víctimas en el actual proceso electoral, convirtiéndose en el más violento de la historia moderna de México. Dichas agresiones van desde amenazas, atentados y secuestros hasta desapariciones y homicidios.
Esto da un promedio diario de 2.2 víctimas, y de mantenerse la tendencia se registrarán 600, el doble de lo reportado en los comicios federales de 2020-2021, con 299 víctimas de violencia política.
Hasta ahora, el proceso electoral más violento era el de 2017-2018, con 382 casos.
Con información de El Universal
