La Unidad Municipal de Protección Civil de Tecomán ha dado inicio a una campaña de difusión destinada a concienciar sobre las recomendaciones preventivas relacionadas con incendios y quemas forestales.
La iniciativa busca llegar a la comunidad a través de láminas de fácil lectura y comprensión, difundidas en las redes sociales de la institución.
Según explicó Roberto Campuzano, director de la dependencia, aunque la práctica del uso del fuego en el sector agropecuario tiene raíces ancestrales, conlleva una serie de daños significativos, como el deterioro de la calidad del aire, la pérdida de biodiversidad y el empobrecimiento de los suelos de cultivo. De hecho, a nivel nacional, las quemas agropecuarias no controladas representan hasta el 40% de los incendios forestales.
En este contexto, se promueven alternativas para evitar las quemas agropecuarias. Por ejemplo, en lugar de recurrir al fuego para limpiar terrenos y facilitar la labranza, se sugiere la incorporación de rastrojo al suelo mediante diversas técnicas, como picado, molido o mediante maquinaria agrícola. Esta práctica no solo ayuda a controlar la maleza, sino que también contribuye al mantenimiento de la humedad del suelo y al control de plagas y enfermedades.
El uso del rastrojo como cobertura del suelo ofrece una serie de beneficios adicionales, como la reducción del uso de insumos externos, el mejoramiento de la estructura y calidad del suelo, y la alimentación del ganado, lo que reduce los costos de alimentación y mejora la fertilidad del suelo.
En contraste, las quemas agropecuarias provocan daños significativos en el suelo agrícola, como la pérdida de nutrientes, la muerte de organismos y microorganismos, el empobrecimiento de los suelos y el aumento de la erosión. Estos efectos adversos afectan la productividad agrícola a largo plazo y pueden tener graves repercusiones ambientales.
Para fomentar un uso consciente del fuego, se han establecido una serie de recomendaciones para realizar quemas controladas. Estas incluyen consultar a técnicos forestales locales, presentar avisos de uso de fuego a las autoridades municipales, establecer guardarrayas alrededor del terreno, cavar zanjas para contener las brasas, realizar la quema en condiciones climáticas adecuadas y contar con un grupo de apoyo para vigilar el área hasta que se haya extinguido completamente cualquier riesgo de incendio.
La adopción de estas medidas contribuirá a proteger los recursos naturales y agrícolas de la región, así como a prevenir la ocurrencia de incendios forestales y sus devastadoras consecuencias.