Roger Goodell, comisionado de la NFL, afirmó que la liga proyecta programar hasta 16 partidos internacionales por temporada en un futuro.
“Esto se volverá más desafiante para nosotros. En realidad, creemos que podemos ser un deporte global, así que nos veo jugando al menos 16 partidos fuera de casa en algún momento en el mercado internacional en algo que podría llevarnos 10 años”, dijo Goodell, quien se encuentra en Detroit, Michigan, donde se desarrolla el Draft de la NFL.
Para la temporada 2024 la NFL tiene programados 5 partidos internacionales y busca que a partir del 2025 sean al menos 8.
En el primer juego de este año se medirán Green Bay Packers ante Philadelphia Eagles el viernes 6 de septiembre en la semana 1, juego que ser realizará en el Corinthians Arena de São Paulo, Brasil; será el primer juego de temporada regular que se realice en Sudamérica.
Los otros 4 duelos serán en Europa. En Londres los Chicago Bears y los Minnesota Vikings, que aún esperan se dé a conocer su rival, jugarán en el Tottenham Stadium y los Jacksonville Jaguars se presentarán en el Estadio de Wembley.
El otro duelo, en el que actuarán los Carolina Panthers, será en el Allianz Arena de Múnich.
El comisionado también habló de la posibilidad de que la NFL expanda su competencia con una franquicia internacional.
“Eso podría llevarnos más de 10 años. Es difícil porque tienes muchos desafíos. La logística podemos resolverla con un lado competitivo. Llegas al domingo por la noche al final de la temporada regular y dices: Seattle, te vas a Londres. Es un vuelo difícil de 12 horas, es complicado”, señaló Goodell.
El comisionado también se refirió a la posibilidad de que la temporada de la NFL alargue su calendario de 17 a 18 juegos lo que provocaría que el Super Bowl se jugará a mediados de febrero y no en la primera semana de ese mes.
“Prefiero reemplazar un partido de pretemporada con un partido de temporada regular. Con eso llegaríamos a 18 partidos y dos de pretemporada en vez de 3; no es algo descabellado”.
El directivo puntualizó que alargar la temporada regular una semana retrasaría el Super Bowl al fin de semana previo al Día de los Presidentes, que se celebra el tercer lunes de febrero y es un día feriado en Estados Unidos, lo que permitiría a los aficionados tener el lunes libre después del Super Bowl.
