El 98% de las escuelas en México promueven obesidad y diabetes en las infancias y adolescencias, advirtieron organizaciones civiles, quienes exigieron a la Secretaría de Seguridad Pública (SEP) emitir nuevos lineamientos para la venta de alimentos y bebidas dentro de los recintos.
“Las escuelas son parte del problema, 9 de cada 10 ofertan diariamente bebidas azucaradas, golosinas, frituras y dulces y, solo 2 de cada 10 disponen de agua y alimentos naturales, provocando el consumo promedio de más de 500 calorías extras en los escolares”, señalaron activistas en una conferencia de prensa.
Esto, pese a que en México existe una ley que prohíbe la venta de comida chatarra (no saludable) en las escuelas.
De acuerdo con esta legislación, desde 2014, solo se deben ofrecer alimentos naturales como frutas, verduras, cereales integrales, semillas, leguminosas secas y agua simple a libre demanda.
En 2023, se reformó la Ley General de Educación donde se establece que la SEP tiene hasta junio de 2024 para emitir nuevos lineamientos y prohibir todos los productos chatarras en las escuelas del país; sin embargo, denunciaron que estas directrices aún no han sido publicadas.
Escuelas incumplen ley
Según la plataforma “Mi Escuela Saludable”, impulsada por las organizaciones mexicanas El Poder del Consumidor y Red por los Derechos de la Infancia (Redim), durante el ciclo escolar 2023-2024, la mayoría de los espacios escolares en el país han incumplido con la regulación obligatoria y sancionable.
Del total de las 9,582 escuelas reportadas, 79% venden refrescos, 98% venden golosinas, dulces, frituras y/o helados; en contraste, sólo 19% tienen acceso a frutas, verduras y agua potable para consumo.
Además, apenas 4% cuentan con un comité que vigila el cumplimiento de la ley.
“Hoy estamos frente a una crisis en las que niños, niñas y adolescentes no tienen acceso a alimentos saludables y agua potable, y en cambio, 98% de las escuelas venden de forma ilimitada refrescos, dulces, galletas, frituras y dulces, y a veces como única opción de consumo; dañando su salud, nutrición y aprendizaje”, acusaron.
Ana Abreu, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), aseguró que la ley que prohíbe la preparación, venta y distribución de alimentos y bebidas con bajo valor nutricional dentro de las escuelas, reducirá la prevalencia de obesidad infantil hasta un 7% anual y si la regulación se aplica efectivamente en un 80%.
“Por ello, es urgente contar con lineamientos claros y de fácil implementación, así como el monitoreo continuo, incluyendo la aplicación de sanciones cuando sean necesarias. Esto asegurará el bienestar de niñas, niños y adolescentes en las escuelas”, expuso.
En tanto, Tania Ramírez, directora ejecutiva de la Redim, declaró que la reforma a la ley y el reconocimiento al derecho a la alimentación adecuada son parte del marco de derechos que deben ser velados y garantizados para la infancia mexicana.
Finalmente, hicieron un llamado a las candidatas y el candidato a la presidencia para proteger y garantizar entornos saludables a niñas, niños y adolescentes, y a la SEP a diseñar e implementar los lineamientos para la venta de alimentos y bebidas de acuerdo a la Ley General de Educación.