El Liverpool fue un ciclón insoportable durante una hora para el Tottenham, desbordado y doblegado ya en el primer tiempo, entre la reacción de Salah, autor del 1-0 y promotor del 2-0 en la ofensiva ingobernable de su equipo en Anfield, donde su conjunto reivindicó su nivel, más allá del lapsus que le costó la Premier las últimas 2 jornadas o los 2 goles de su rival en el tramo final (4-2).
Sin gol en sus últimos 3 encuentros, suplente en 2 de las 3 anteriores jornadas, entre el conflicto en el último 2-2 contra el West Ham con su técnico, Jurgen Klopp, el delantero egipcio retornó a la titularidad, retomó su recorrido goleador y reencontró su aspecto decisivo, en la superioridad absoluta que demostró el Liverpool sobre el Tottenham durante más de 70 minutos, hasta que la relajación, los cambios y las circunstancias invitaron al Tottenham a marcar 2 tantos, de repente, para el 4-2. Ahí sí se inquietó el Liverpool.
Aunque el título ya es una utopía -a 5 puntos del liderato con 6 por jugar-, el equipo red apura cualquier posibilidad, por muy remota que sea, para terminar la presente temporada con una buena cuota de victorias y sensaciones, mientras aguarda el fin de ciclo, la despedida de Jurgen Klopp y la presumible llegada de Arne Slot. La nueva era.
Es lo que le queda a falta de 2 jornadas al campeón de la Copa de la Liga inglesa, el único título del curso para el Liverpool, fuera de la Liga Europa y de la FA Cup, pero, sobre todo, desplazado de la competencia real por el campeonato por sus propios errores en las citas más recientes: la derrota con el Everton por 2-0 y el empate 2-2 con el West Ham.
Ni así afloja el Liverpool, que ya conocía de antemano que la tercera posición era suya, por la derrota del Aston Villa con el Brighton. Desatado desde el primer minuto, asedió al Tottenham, salvado por Vicario, por Cristian Romero, por los propios remates fallidos de su adversario, hasta que Salah embocó de cabeza el 1-0 al cuarto de hora, a pase de Gakpo.
Era previsible el castigo para el Tottenham, incapaz de mirar más allá de su territorio, también en el resto del primer tiempo. Un equipo que se juega la Liga de Campeones, como era su caso, debería reflexionar por cómo fue superado por su oponente. Cierto que era el Liverpool, tanto como que el club londinense pudo irse al vestuario goleado. El máximo torneo europeo cada vez es más lejano: a siete puntos cuando sólo puede sumar 9.
Tampoco reaccionó al 1-0 el Tottenham, que recibió el 2-0 al borde del descanso. Se había sostenido al filo hasta la enésima conexión en ataque del Liverpool. Robertson centró, Salah remató con la izquierda, Vicario se estiró y el propio Robertson recogió el rechace del portero para el segundo gol de la tarde en Anfield. Era su octavo remate entre los tres palos en la primera parte. Ninguno había protagonizado su rival, que tiró una vez fuera.
Dentro de esos parámetros, la evidencia del futbol sobre el terreno de juego era aún más concluyente todavía, como lo fue también en el comienzo del segundo tiempo, cuando el 3-0 agrandó la diferencia que ya era evidente sobre el campo desde hace muchos minutos: Harvey Elliott centró, Cody Gakpo conectó un buen remate, Vicario no alcanzó a pararla.
Otro golpe para el Tottenham, que aún recibió el 4-0 antes de la hora del duelo, con un golazo de Elliott con la izquierda desde el borde del área, a la escuadra, incontestable. La sonrisa y los aplausos de Klopp adornaron su maravilloso tanto, que agravó la herida de su rival, por más que maquilló el resultado con el 4-1 de Richarlison, en el minuto 71, y por más que incluso se creyó capaz de mucho más, con el 4-2 de Son Heung Min en el 76.
Aún Alisson debió salvar el 4-3 de Richarlison, también de Joe Gómez en el posterior rechace, para confirmar la cuarta derrota consecutiva del Tottenham, incapaz de aprovechar los vaivenes del Aston Villa, dentro de su dimisión casi irremediable de competir por la Liga de Campeones. Ya parece una utopía, como el título de la “Premier” del Liverpool. Ni siquiera la quinta plaza es segura, porque aventaja en 4 puntos al Newcastle.
Mientras, el centrocampista internacional español Sub 21 Stefan Bajcetic volvió a competir con el primer equipo red. Lesionado en marzo de 2023, con una breve reaparición en septiembre con dos encuentros, no había vuelto a jugar hasta el pasado 12 de abril con el filial del Liverpool, con el que ha disputado los 3 últimos duelos. Este domingo volvió a hacerlo, siete meses después, con la plantilla profesional. Entró en el minuto 65.