El grupo terrorista palestino Hamas acusó este lunes al fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) de “comparar a la víctima con el verdugo” al emitir órdenes de arresto contra líderes de la formación islamista, junto con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
El fiscal de la CPI ordenó hoy también el arresto de Yahya Sinwar, jefe de Hamas en Gaza; Mohamed Deif, comandante jefe de las Brigadas al Qasam, ala militar del grupo islamista, así como Ismail Haniyeh, jefe del buró político de Hamás, autoexiliado en Catar.
“Condenamos enérgicamente los intentos del fiscal de la Corte Penal Internacional de comparar a la víctima con el verdugo emitiendo órdenes de arresto contra varios líderes de la resistencia palestina, sin base legal”, indicó un comunicado de Hamas.
Según la formación islamista, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, la decisión de la CPI viola “tratados y resoluciones internacionales que otorgaron al pueblo palestino y otros pueblos del mundo bajo ocupación el derecho a resistir la ocupación en cualquier forma, incluida la resistencia armada, como especifica el artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas.
Por su parte Israel ha considero la decisión del CPI un “libelo de sangre” y su presidente, Isaac Herzog, la calificado la orden de “escandalosa” al poner al mismo nivel a los líderes del país con “terroristas”.
Israel firmó pero no ratificó el Estatuto de Roma, constitutivo de la Corte Penal Internacional.
Hamás consideró que las órdenes de detención contra Netanyahu y Gallant, a los que los islamistas acusan de genocidio, y crímenes de guerra y lesa humanidad contra el pueblo palestino, deberían haber llegado hace 7 meses; y deseó que la CPI emita más órdenes contra “todos los criminales de guerra, incluidos líderes de la ocupación, oficiales y soldados que participaron en esos crímenes”.
La guerra en la Franja comenzó el pasado 7 de octubre, tras un ataque de Hamas en suelo israelí que dejó unos 1,200 muertos y 253 secuestrados.
Más de 7 meses de constantes bombardeos y bloqueo humanitario, han provocado la muerte de más de 35,500 palestinos -más del 70% mujeres y niños- y casi 80 mil heridos, además de unos 10 mil cuerpos atrapados bajo los escombros.
Además, casi toda la población gazatí está desplazada, con falta de medicinas, alimento y agua potable.