La ciudad de Tijuana, fronteriza con Estados Unidos, vive una situación de caos e incertidumbre debido al desabasto de gasolina y combustibles propiciado por un bloqueo a la mayor planta abastecedora de Pemex por parte de un grupo de colonos que protestan por un conflicto de regularización de terrenos.
Desde el pasado domingo un grupo aproximado de 500 personas se tomó la planta ubicada en el municipio de Playas de Rosarito y este jueves las repercusiones en el desabasto tuvieron su mayor auge, por lo que empresarios y trabajadores de gasolina alzaron la voz debido a la problemática, que va en aumento.
Desde el miércoles se han observado varias estaciones gasolineras cerradas y largas filas de automovilistas donde todavía hay combustible, principalmente en el centro de la ciudad, que comprende las zonas turística y financiera, aledañas a la zona del puerto internacional de San Ysidro.
La gobernadora del estado de Baja California, Marina del Pilar Ávila, calificó la situación en Tijuana como “escasez momentánea” y dijo que se gestiona el reabastecimiento con Pemex para atender la alta demanda”.
No hay certeza sobre reabastecimiento y reapertura de estaciones
Una de las empresas gasolineras que más se ha visto afectada por esta situación es la denominada RendiChicas, que cuenta con 32 estaciones en Tijuana y 2 más en los municipios de Rosarito y Tecate, de las cuales 25 están actualmente cerradas y el resto abastecen de forma intermitente.
Patricia Sajaragüi, gerente de la empresa, dijo este jueves a medios que no tienen certeza sobre la reapertura de las estaciones cerradas y no saben en qué momento les pueden surtir los combustibles.
“Solo nos han dicho que van a llegar las pipas (carrotanques), pero, o no llegan, o tardan hasta un día en llegar. En la empresa llegan solo tres pipas al día para abastecer las 32 estaciones, otras compañías tienen una pipa cada tercer día”, señaló.
Además, cuestionó que la distribución por parte de Pemex no ha sido equitativa.
Mujeres trabajadoras, entre las personas más afectadas
La empresa RendiChicas emplea únicamente a mujeres y cuenta con una plantilla de alrededor de 600 trabajadoras en sus 32 estaciones, y es una de las empresas más afectadas por el desabasto.
Por tal motivo, este jueves un grupo de ellas se manifestó en una de las estaciones cercana a la zona de playas de Tijuana, para dar a conocer la situación y las afectaciones y aunque la empresa les paga su salario, la repercusión es en el tema de las propinas, un aliciente para sufragar sus gastos.
Guadalupe Rivas, una de las trabajadoras, explicó que la falta de combustible en las estaciones le genera pérdidas en su ingreso de hasta el 50 %, lo que la afecta los pagos y ha retrasado los que están pendientes.
“Nos preocupa porque la empresa no está vendiendo y cómo nos va a pagar”, señaló a medios, mientras que su compañera Brenda Huerta agregó: “Queremos que nos escuche la gobernadora y resuelva el problema porque a nosotras nos están afectando, que lleguen a un acuerdo con este conflicto”.
Regularización de terrenos, el origen del bloqueo
Juan de Dios Escalante, vocero del grupo de colonos que mantiene el bloqueo en la planta de Pemex, compartió a EFE este jueves que la manifestación es “un grito simbólico para que el Gobierno federal y estatal nos escuchen y generen una mesa de negociación para trazar una ruta de titulación de los predios que habitamos desde hace 36 años”.
La colonia (vecindario) que habitan las personas se ubica en la zona este de la ciudad, un asentamiento irregular, que desde entonces se ha mantenido en resistencia con el propósito de que los terrenos les sean regularizados y no sean desalojados por el Gobierno.
“Llevamos años luchando y no nos resuelven, por eso decidimos bloquear el paso hacia las instalaciones de Pemex, para que nos den una solución, porque nos han querido desalojar y nosotros no nos vamos a dejar, se puede generar un conflicto social fuerte y eso lo queremos evitar”, apuntó.