El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su homólogo alemán, Frank Walter-Steinmeier, defendieron el papel de la alianza germano-gala en Europa en un contexto en el que existen amenazas que desestabilizan a las democracias a pocos días de las elecciones europeas.
Macron llegó a Alemania para iniciar una visita de Estado de 3 días, la primera de un presidente galo en 24 años, y nada más aterrizar con su esposa Brigitte en Berlín participó junto a Steinmeier en la “Fiesta de la democracia”.
En un debate con motivo de la celebración del 75º aniversario de la Ley Fundamental alemana y los 35 años de la Revolución Pacífica que precedió al fin de la República Democrática Alemana (RDA), el jefe de Estado alemán habló de la necesidad de forjar una “alianza de demócratas”.
Eso en un momento en el que, por un lado, Europa se prepara para votar las elecciones europeas entre el 6 y 9 de junio y, por otro lado, existen amenazas políticas externas e internas por la guerra rusa en Ucrania y el auge de la ultraderecha en varios países europeos, entre ellos en Alemania y Francia.
“Las elecciones europeas son importantes porque vivimos un momento histórico esencial y porque nunca tuvimos tantos enemigos dentro y fuera de Europa”, señaló Macron.
Crisis de la democracia
Los dos jefes de Estado aludieron al amenazante comportamiento geopolítico de Rusia, pero Macron se centró sobre todo en alertar contra la “fascinación por el autoritarismo” en parte de las poblaciones europeas y de un “nacionalismo” que plantean riesgos para la unidad del Viejo Continente.
“Vivimos una forma de crisis de la democracia”, un “momento ambiguo que alimenta a los nacionalismos y los extremos”, afirmó Macron en la sexta visita de Estado de un presidente francés desde la del general Charles de Gaulle, en 1962.
“Si los nacionalistas hubieran estado al mando en Europa, no habríamos tenidos vacunas europeas ni plan europeo para relanzar la economía, ni capacidad para responder al desafío migratorio como europeos, ni Pacto Verde europeo”, aseveró.
“Además estaríamos divididos como europeos, porque creeríamos ante todo en lo nacional y habríamos dejado a Ucrania y apoyado a Rusia”, agregó Macron.