El Parlamento taiwanés, de mayoría opositora, aprobó este martes un paquete de reformas que da mayor poder de control al Legislativo sobre el Gobierno, apenas 8 días después de la toma de posesión de William Lai (Lai Ching-te) como nuevo presidente de Taiwán.
Tras una sesión parlamentaria de casi 10 horas y que volvió a tener momentos de tensión el Yuan Legislativo (Parlamento) sancionó en tercera lectura estas reformas con el apoyo de los 2 principales partidos de la oposición, el Kuomintang (KMT) y el Partido Popular de Taiwán (PPT), los cuales abogan por estrechar los lazos entre Taiwán y China.
Durante los últimos 10 días, el gobernante Partido Democrático Progresista (PDP), al que pertenece Lai y que cuenta con un marcado perfil soberanista, trató de obstruir la tramitación de estas propuestas con el argumento de que fueron impulsadas sin la suficiente deliberación parlamentaria y que podrían ser “inconstitucionales” en varios puntos.
El paquete legislativo también ha generado un fuerte rechazo en un sector de la sociedad taiwanesa, que se ha manifestado en repetidas ocasiones desde el pasado 17 de mayo, cuando el proyecto se debatió por primera vez en la Cámara.
El contenido de las reformas
Las reformas aprobadas hoy apuntan a incrementar las facultades de supervisión del Legislativo sobre el Ejecutivo a través de varias medidas, entre ellas obligar al presidente a pronunciar un discurso sobre el estado de la nación ante el Parlamento -algo, hasta ahora, opcional- y responder preguntas de los legisladores en la Cámara.
Asimismo, estas enmiendas pretenden aumentar los poderes de investigación de los parlamentarios, otorgándoles acceso a documentos oficiales y permitiéndoles convocar a funcionarios o ciudadanos particulares a audiencias públicas.
En este sentido, aquellas personas que mientan a los legisladores, excedan con sus respuestas los límites de sus preguntas o entren en una suerte de “contrainterrogatorio” podrían recibir multas de hasta 6,200 dólares estadounidenses.
El KMT y el PPT, que cuentan con 52 y 8 escaños, respectivamente, consideran que estas medidas son necesarias para favorecer el equilibrio de poderes, la transparencia y la rendición de cuentas del Ejecutivo, luego de ocho años consecutivos del PDP en el Gobierno.
El PDP, que perdió la mayoría absoluta que ostentaba y tiene, actualmente, 51 legisladores, argumenta que las enmiendas constituyen una extralimitación de los poderes del Legislativo y que podrían emplearse como arma arrojadiza contra el presidente y los miembros de su gabinete, en un momento particularmente tenso en las relaciones entre Taiwán y China, que considera a la isla -autogobernada desde 1949- como una “provincia rebelde”.