Randy Gregory, apoyador de los Tampa Bay Buccaneers y ex de Denver, demandó a la NFL y a los Broncos por las multas recibidas de 532,500 dólares por consumir tetrahidrocannabinol (THC), principal ingrediente psicoactivo de la marihuana.
“El señor Gregory solicitó una adaptación de la NFL y de Denver Broncos para consumir Dronabinol, cannabis sintético, para tratar sus discapacidades. Lo hizo por indicación de su médico tratante fuera del horario laboral. La NFL y Denver Broncos negaron su solicitud señalando que el THC es una sustancia controlada a nivel federal”, es parte de lo que dice la demanda que presentó Gregory.
El jugador demandó a la NFL y a su exequipo bajo la Ley Antidiscriminación del estado de Colorado, el argumento es que Gregory necesita THC para tratar el trastorno de ansiedad social y el trastorno de estrés postraumático que padece y por el que ha recibido multas acumuladas de 532,500 dólares por repetidas pruebas positivas de THC desde marzo de 2023.
“El Sr. Gregory ha pagado 532,500 en multas a la NFL por consumir THC para tratar sus discapacidades. Independientemente de una prueba positiva, se espera que el Sr. Gregory juegue partidos, asista a prácticas, sesiones de prensa y cumpla sus responsabilidades laborales. En otras palabras, la NFL y los Broncos se beneficiaron de la continuidad del empleo del Sr. Gregory, a pesar de las multas”, continúa la demanda.
La NFL ya no suspende a los jugadores por consumo de marihuana, pero ésta se mantiene como una sustancia prohibida y los jugadores están sujetos a multas si dan positivo.
Randy Gregory es un veterano de 32 años. Arribó a la NFL seleccionado en la segunda ronda del Draft 2015 por los Dallas Cowboys, equipo en el que permaneció hasta 2021. Pasó a Denver Broncos en 2022, franquicia en la que estuvo hasta el mediados del año anterior, cuando fue enviado a San Francisco 49ers.
En abril pasado el defensivo firmó con los Buccaneers para jugar la temporada 2024.
Sus problemas con el consumo de sustancias datan de su etapa en Dallas, en donde que fue suspendido 14 partidos de la temporada 2016 por violar la política de abuso de sustancias de la NFL; por la misma causa se perdió la temporada 2017, 2 juegos del 2018 y todo el 2019 por violaciones múltiples a las normas de la liga.