El papa Francisco recibió a los ciclistas del equipo Athletica Vaticana que compitieron este fin de semana en el Mundial de Glasgow y firmó una bicicleta que será subastada para mantener el servicio del centro pediátrico vaticano en favor de 500 familias pobres con niños pequeños.
El pontífice escuchó la experiencia de los ciclistas Rino Alberto Bellapadrona y Marcus Bergmann, que compitieron en la conocida como Gran Fondo -carrera no profesional- junto a la afgana Masomah Ali Zada, del equipo de refugiados de la UCI (Unión Ciclista Internacional).
Bellapadrona y Bergmann cedieron una de las bicicletas a Francisco, que rubricó su estampa para la posterior subasta de la misma, según fuentes vaticanas.
Los beneficios irán destinados íntegramente al centro pediátrico vaticano Santa Marta para mantener el servicio de 500 familias pobres con niños pequeños, una práctica que ya ha realizado en más ocasiones con deportistas de otras disciplinas con el mismo.