Mar. Jul 2nd, 2024

Bellingham y Kane resucitan a Inglaterra

Por EFE Jun30,2024 #Deportes
Los jugadores de Inglaterra Jude Bellingham y Harry Kane celebran el 2-1. (EFE/EPA/Friedemann Vogel)

Al borde de la eliminación, en la agonía, en el aparente último aliento de un ciclo, una chilena de Jude Bellingham forzó la prórroga en el minuto 95, un cabezazo de Harry Kane culminó la remontada a los 50 segundos del tiempo extra e Inglaterra resucitó de repente en la Eurocopa 2024 contra Eslovaquia, por fe, por ímpetu y por ambición, cuando percibió su destino hacia el abismo.

Un desenlace increíble cuando apenas quedaban un par de jugadas para el final, después de una hora y media de intrascendencia absoluta del media punta del Real Madrid, que apareció de la nada para vestirse de héroe salvador del equipo, directo a enfrentarse a Suiza en los Cuartos de Final. Una hazaña. También un milagro, completado por Kane en cuanto el juego se repuso en marcha para media hora extra.

Es un resurgir del conjunto inglés. Pero también un despertar. En ninguno de sus 3 encuentros anteriores, incluso en una hora del choque de este domingo en los Octavos de Final, había demostrado nada de lo que sí puso de manifiesto después, cuando se vio contra las cuerdas, cuando se rebeló contra los sistemas, las estructuras y las tácticas, sin red a por el empate, renacido el equipo y Southgate. Por Bellingham y por Kane.

Ni Kane Ni Bellingham ni Foden ni Saka… Hasta la traca final. Llama la atención como tales futbolistas suman tan poco cuando recrean juntos sobre el terreno de juego un ataque envidiado por cualquiera.

Y aún más como un delantero como Kane entra tan poco en la transición, en el juego de espaldas, en la figura de “9” que descarga, adelanta, desahoga y atosiga a la zaga contraria.

Su defensa tampoco funcionó. Da igual Stones o Guéhi, cargado de una amarilla a los 3 minutos. El primero se equivocó en el 0-1, en ir a por un salto al que no debía haber ido jamás. Liberó a Strelec. Jugador del Spezia, Serie B en Italia, la controló, se giró, esperó a la llegada de Ivan Schranz y lo lanzó hacia el gol. Tercer tanto de Eslovaquia en Alemania, tercero del atacante del Slavia Praga y sexto gol como internacional en 26 choques.

Eslovaquia miró de tú a tú a Inglaterra en todo ese recorrido. Sin un solo complejo. Se sintió capaz de presionarla, de ganarla cada segunda jugada y de comprometerla en cada contragolpe. Lo hizo con toda la naturalidad del mundo. No le bastó en el arreón final.

Antes del gol, amonestados ya en Inglaterra Guehi, Mainoo y Bellingham en tan solo cuarto de hora, Haraslin reventó sin tino la estructura inglesa. Primero, con otro movimiento extraordinario de Strelec ante Stones, que culminó con unos centímetros de desvío. Después, en otra carrera a la espalda de Kyle Walker que despejaron a duras penas entre Mainoo y Rice, los 2 medios centros con los que contó este domingo de inicio Southgate.

En una posesión al descanso del 74%, Inglaterra atacó casi lo mismo que Eslovaquia en la primera parte. Ni siquiera tiró a portería. Su primer amago fue un intento de remate de Kane. El siguiente una volea fuera de Mainoo. Ambos antes del 0-1. Después, apenas nada más, por más que Eslovaquia replegó expectativas. El impulso de Southgate con el gol en el minuto 25 fue mandar a calentar a 4 hombres, entre ellos Cole Palmer.

No empató antes por una mera torpeza de Foden, el mejor futbolista de la última Premier. Se adelantó a un pase de Trippier en el que sólo tenía que empujar el balón al gol. Impropio de su nivel. El origen del desborde, de la mejor jugada hasta entonces del duelo de Inglaterra, fue sencillo: conectar con Kane de espaldas. Él se giró e hizo jugar al resto. Lo necesita.

En una hora de partido. Necesitaba un giro Inglaterra. Lo buscó Southgate en Palmer, el habilidoso goleador del Chelsea esta temporada, al que no dio recorrido hasta el tercer encuentro. Pero fue más la ambición.

Sin ataduras, sin nada que perder, fue de verdad Inglaterra. El último remate de Kane, el tiro lejano de Stones contra el poste… Y el gol de chilena de Bellingham, de repente, ya en el minuto 95, en un saque de banda que quizá Eslovaquia jamás debió conceder. Al borde del fracaso, para promover la prórroga en un ejercicio de supervivencia, ganador en esa vorágine con un testarazo fácil de Kane a los 50 segundos de la prórroga. Ya espera Suiza. Ha renacido Inglaterra, que terminó resguardado en su área.

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By EFE

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