Los Gobiernos de Venezuela y Estados Unidos acordaron este miércoles trabajar para “ganar confianza” y mantener las comunicaciones “de manera respetuosa y constructiva”, tras la primera “reunión virtual” entre funcionarios de ambos países, sin relaciones diplomáticas desde 2019, informó Caracas.
El encargado de estas conversaciones por parte del Ejecutivo venezolano, Jorge Rodríguez, indicó en X que en este primer encuentro las partes manifestaron su voluntad de hacer un trabajo conjunto para “mejorar las relaciones” entre las naciones.
“Manifestamos nuestro rechazo a las tergiversaciones que sobre este diálogo y de manera reiterada han publicado voceros del Gobierno norteamericano. Advertimos que siempre responderemos con la verdad”, remarcó el también presidente del Parlamento.
Según dijo, su delegación insistió “en que el diálogo debe limitarse a lo acordado en Catar”, en alusión a pactos que Caracas y Washington suscribieron en paralelo a las negociaciones en Barbados entre el Ejecutivo y la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), el mayor bloque opositor, de las que surgió un acuerdo de garantías electorales.
El Gobierno de Nicolás Maduro -añadió Rodríguez- también reiteró que, “para seguir recuperando la confianza mutua y las relaciones entre los Gobiernos, se deben respetar los principios de autodeterminación, soberanía y reciprocidad”.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, reiteró -en una rueda de prensa- la petición de Estados Unidos para que el proceso de diálogo sea de “buena fe” y reafirmó la solicitud de que las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio en Venezuela sean competitivas e inclusivas.
Desde marzo de 2022, cuando una delegación de la Casa Blanca viajó a Caracas a reunirse con Maduro, las conversaciones entre Estados Unidos y el país caribeño han sido intermitentes, y con altibajos.
Entre los acuerdos alcanzados, se encuentra el levantamiento parcial de sanciones norteamericanas a Venezuela en octubre pasado, un alivio que fue revertido 6 meses después, al no cumplir Caracas -según el Ejecutivo de Joe Biden- con lo pactado en Barbados.