Paris 2024: Contexto económico
Por Alejandro Bernal Astorga
El olimpismo fue creado hace más de 127 años por Pierre de Coubertin, visionario que confió en el deporte para construir un mundo mejor, fomentando con el juego limpio la unión entre países.
Organizar una competición global como Paris 2024, en la que participan más de 10,500 deportistas de 206 comités olímpicos nacionales que compiten en más de 329 pruebas, requiere de recursos humanos, materiales, financieros e intangibles para su óptima realización.
El reto para un país sede, es ser mejor que el anfitrión anterior y hacer que los juegos olímpicos no signifiquen un déficit presupuestal, afecten las finanzas públicas, presenten sobrecostos, deudas a largo plazo, infraestructura subutilizada o gentrificación. Para evitarlo, se deben optimizar los ingresos y los costos, ya que los aspirantes para albergar las olimpiadas son menos.
Si bien el aumento de la audiencia y la participación de profesionales, han incrementado la inversión de la industria del deporte, de patrocinadores, la venta de derechos de transmisión y el pago de entradas, el Comité Olímpico Internacional (COI) mantiene límites para la comercialización del evento, como impedir que los uniformes de los atletas y las sedes lleven publicidad privada.
Para revertir esta situación, el COI ha propuesto olimpiadas (de verano e invierno) y paralímpicos, más sostenibles y sustentables; esto implica disminuir la inversión pública, aprovechar la infraestructura deportiva ya creada y dejar un legado que beneficie a la población; ahora se busca que los juegos se adapten a la sede y no al revés.
En el caso de Paris, el presupuesto directo para la realización de los juegos es de 4,400 y los ingresos a 4,500 millones de euros (€); a ello habría que agregar € 1,400 millones para limpiar el Sena lo suficiente para nadar en él; € 3,500 millones para ampliar líneas del metro, más los gastos de seguridad y las concesiones para evitar huelgas durante el evento. Por tanto, el presupuesto final sería mayor a 9 mil millones de euros; además habría que considerar los efectos de la inflación a través del tiempo.
En términos económicos los beneficios de ser anfitrión de los juegos olímpicos no siempre son positivos, pero en París 2024, el comité organizador está dando pasos en la dirección correcta.