Estados Unidos optó por la cautela y evitó atribuir responsabilidades en el asesinato del candidato presidencial de Ecuador, Fernando Villavicencio.
En una rueda de prensa telefónica, John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca, destacó que la investigación se encuentra “activa” y refirió cualquier pregunta sobre posibles culpables al Ejecutivo ecuatoriano.
Seis personas de nacionalidad colombiana han sido detenidas en Ecuador por ser sospechosas de la muerte el miércoles de Villavicencio, quien recibió varios disparos mientras se subía a una camioneta y después de un mitin de campaña en el norte de Quito.
Villavicencio, un periodista de 59 años que era muy crítico con el crimen organizado, había denunciado días antes de su muerte amenazas de José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, identificado como líder de Los Choneros, grupo con nexos con el mexicano cártel de Sinaloa.
Al hilo de ese nexo con el cártel de Sinaloa, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, salió a la defensiva el jueves durante su rueda de prensa matutina en el Palacio Nacional y afirmó que “no hay elementos” que sostengan la versión de que el Cártel de Sinaloa estuviera detrás del asesinato de Villavicencio.
El Gobierno de EUA ha condenado fuertemente el asesinato de Villavicencio y ha llegado incluso a considerarlo un ataque contra la democracia y el Estado de derecho en el país.
Además, Estados Unidos ha enviado a Ecuador a un equipo del FBI para asistir con la investigación.
Villavicencio era uno de los 8 candidatos a la presidencia que concurrían a las elecciones generales extraordinarias previstas para el próximo día 20 en las que se elegirá al sucesor del conservador Guillermo Lasso.