El Banco de México (Banxico) recortó la tasa de interés en 25 puntos base hasta el 10.75% pese al repunte de la inflación en los últimos 5 meses, cuando ha alcanzado su mayor nivel desde mayo de 2023.
En su anuncio, tras una votación dividida, el banco central argumentó que, “si bien el panorama inflacionario aún amerita una postura restrictiva, la evolución que ha presentado implica que es adecuado reducir el grado de apretamiento monetario”.
La decisión, aprobada por 3 votos a favor y 2 en contra, es el segundo recorte en el año tras la reunión del 21 de marzo, cuando la Junta de Gobierno redujo la tasa de interés en 25 puntos base hasta un 11%, el primer recorte desde el 30 de marzo de 2023 ante mejores expectativas de la inflación, en ese entonces.
En sus encuentros del 27 de junio y el 9 de mayo, el organismo autónomo había mantenido la tasa en el 11%.
La medida también contrasta con la de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que el 31 de julio conservó por octava vez la tasa en un rango del 5.25% al 5.5%, aunque reconoció que se acerca el momento de hacer recortes.
Las expectativas de analistas eran mixtas tras difundirse este jueves que la inflación general de México ascendió en julio al 5.57%, con lo que suma 5 meses al alza y su mayor nivel en 14 meses.
El banco central reconoció que “las expectativas de inflación general para el cierre de 2024 se incrementaron”, pero “hacia delante, prevé que el entorno inflacionario permita discutir ajustes en la tasa de referencia”.
La Junta de Gobierno elevó al 4.4% su pronóstico sobre la inflación general promedio para el último trimestre de 2024 desde una proyección previa del 4%.
Aun así, preservó su expectativa para el cierre de 2025, cuando la inflación promediaría un 3%, la meta del banco central.
Avisó que “considerará la incidencia de la postura monetaria restrictiva que se ha mantenido y la que siga imperando sobre la evolución de la inflación a lo largo del horizonte en el que opera la política monetaria”.
Como riesgos al alza, Banxico enunció la persistencia de la inflación subyacente, mayor depreciación cambiaria, mayores presiones de costos, afectaciones climáticas, y el escalamiento de conflictos geopolíticos.
La próxima decisión sobre política monetaria será el 26 de septiembre, la última bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, quien dejará el cargo el 1 de octubre y nominó a 4 de los 5 integrantes actuales de la Junta de Gobierno.