La titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Alicia Bárcena, celebró la salida definitiva del mexicano Manuel Guerrero Aviña de Catar, quien estuvo detenido en ese país presuntamente por su orientación sexual.
La canciller también agradeció el trabajo del embajador Guillermo Ordorica y de su equipo en la embajada de México en Catar, así como de la directora general de Protección Consular y Planeación Estratégica de la SRE, Vanessa Calva, por el seguimiento de este caso.
“Gran gusto saber que Manuel Guerrero Aviña salió ya de manera definitiva de Catar. Agradezco el trabajo del embajador Guillermo Ordorica y de su equipo en embajada de México en Catar, así como de Vanessa Calva, por el seguimiento de este caso. ¡Su compromiso con México y con nuestros connacionales es un orgullo!”, apuntó Bárcena en un mensaje en redes sociales este martes.
Apenas el lunes, Guerrero, quien fue detenido en Catar supuestamente por su orientación sexual, abandonó “de manera definitiva y en total libertad” el país árabe rumbo a Londres, después de pagar una multa tras la sentencia que lo condenó por “posesión de drogas”, informaron fuentes familiares.
El comité Manuel Guerrero, creado para hacer campaña por su liberación, indicó en su cuenta oficial de X que Manuel “vuela libre y digno rumbo a Londres”, donde “pasará unos días para ser atendido médicamente” por las “torturas” que el detenido y la familia aseguraron que sufrió en la cárcel.
La Policía catarí detuvo a Guerrero el pasado 4 de febrero en Doha tras acudir a una cita acordada a través de la aplicación “Grindr” en la que las autoridades cataríes crearon un perfil falso y lo arrestaron en el momento del encuentro, según denunció la familia.
A principios de este mes, el juez que atendía su caso publicó su decisión confirmó la sentencia que le fue impuesta a Guerrero, también ciudadano británico, en una audiencia celebrada el pasado 4 de junio, por “posesión de drogas y otros delitos relacionados con las drogas”, unos cargos que él y la familia han negado.
“Sigo afirmando mi inocencia y mantengo que fui acusado y condenado injustamente. Los cargos en mi contra son infundados, y esta situación ha sido una grave violación de mis derechos humanos”, dijo Guerrero en un comunicado.
Sin embargo, un funcionario catarí señaló a EFE el pasado junio, en condición de anonimato, que Guerrero reconoció “la posesión de las sustancias incautadas y posteriormente fue fichado, registrado y presentado ante el tribunal.
Luego, un análisis de drogas dio positivo, confirmando la presencia de anfetamina y metanfetamina en el organismo del señor Aviña en el momento de su detención”.
El funcionario acusó a la familia de verter “acusaciones falsas” sobre los motivos de la causa legal.
Guerrero estuvo casi un mes en la cárcel, donde denunció que tuvo que firmar papeles cuyo contenido desconocía, le hicieron estar más de un día sin consumir agua y careció la mayor parte del tiempo de acceso a su tratamiento por ser una persona que vive con VIH, denunció la familia.
El caso despertó el interés de activistas, quienes crearon una campaña para llamar la atención del Gobierno de México, que en un comienzo rechazó intervenir porque Guerrero se había inscrito en Catar como ciudadano británico.
Sin embargo, la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana aceptó finalmente intervenir en el caso, hasta lograr el veredicto final.