El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reconoció este lunes que “no es fácil” encontrar una “solución definitiva” para los problemas de la Amazonía, como se trató durante la reciente cumbre de los países amazónicos.
“Las personas comentan que deberíamos haber encontrado la solución definitiva. Pero no es fácil encontrar la solución definitiva, porque eso requiere de mucho trabajo, muchos años de trabajo”, dijo Lula durante su programa semanal en vivo en las redes sociales.
En la cumbre de los 8 países miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), que tuvo lugar la semana pasada en la ciudad brasileña de Belém, los presidentes se comprometieron a impulsar “una nueva agenda” de cooperación en el bioma.
No obstante, los mandatarios evitaron metas concretas de deforestación y no lograron consensos en relación a la explotación de combustibles fósiles, en el marco de una extensa declaración de 113 puntos que estableció una hoja de ruta para garantizar la supervivencia de la selva.
“Ese encuentro tuvo como condición y como pretexto preparar a los países que son amazónicos para llevar una propuesta sobre selvas para la COP28”, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebrará en noviembre en Emiratos Árabes Unidos, apuntó Lula.
En ese sentido, Lula celebró que durante el encuentro en Belém los países consiguieron preparar esa propuesta de manera “unificada” y con la participación conjunta “de los jefes de Estado y los movimientos sociales”.
“Producimos un documento sobre la selva, que será una cosa muy fuerte para llevar” a la COP28 y, “por primera vez, poder discutir con más seriedad la contribución de los países ricos para la preservación de las selvas”, destacó el gobernante brasileño.
Para Lula, muchos países desarrollados observan “por satélite solo las copas de los árboles” y “no ven” la población de más de 50 millones que viven en las selvas, con 30 millones de personas solo en Brasil que claman por “dignidad, empleo, educación y salud”.
“Necesitamos cuidar de la Amazonía como un todo, cuidar las selvas, pero también cuidar a las personas que viven allí”, porque “todos los países tienen derecho a desarrollarse y queremos el nivel de vida del pueblo alemán, del pueblo francés o del sueco”, subrayó.
Pero, añadió el líder progresista, los países amazónicos no consiguen ese desarrollo por falta de crecimiento económico y de una distribución “correcta” de sus riquezas entre las personas que están en una situación de “miseria absoluta”.