Jue. Sep 19th, 2024

COLUMNA: En palabras Llanes

Por Redacción Sep19,2024 #Opinión

Luna, una persona que es todo un personaje

Por Alberto Llanes

He tenido la fortuna/suerte de conocer a Luna en persona. Hemos coincidido en varios eventos que tienen que ver con ámbito cultural. Si la memoria no me falla -que ya empieza a hacerlo-, recuerdo que la primera vez me dijo que tenía un programa de radio en la estación universitaria de nuestra/mi Alma Máter; yo la vi tan chiquita que pensé que me estaba jugando una broma, maldita costumbre que tenemos los adultos, pero estoy trabajando en ello, sin embargo, me di cuenta de que no lo era y entonces me emocionó mucho que, a su corta edad, fuera prácticamente la titular de ese programa dedicado, principalmente, a las historias.

A una gran cantidad de gente he conocido gracias al poder inmaterial o no, que tiene la palabra escrita o hablada. A Luna la conocí así, incluso, poquito tiempo después de que me confesara que tenía ese programa por de radio, estuvimos frente a frente en un taller literario que tuve la oportunidad de impartir en su escuela; espero que esa experiencia literaria le haya servido de algo… puedo darme cuenta, por este libro que ahora presentamos, que así es. Que esa semilla que se sembró está, aunque en su caso ya lo había hecho desde antes» dando frutos.

Los rectángulos que cargamos para todos lados y que no hay necesidad de conectarlos a la corriente eléctrica -ya ven ahora que la luz, literalmente, pende de un hilo y a veces falla-, me han permitido viajar mucho, conocer mundos, situaciones, personas que son personajes o casi casi hasta el revés, personajes que sentimos como personas; sin embargo, esos rectángulos también me han permitido conocer a muchas personas que tienen la misma pasión que yo: contar un suceso, dejarlo registrado en papel y que corra su suerte o su desgracia.

Antes de conocer a Luna coincidí en los corrillos de la famosa Falcom con su mamá #LaFalcomNosUneSiempreNosUne, quién tiene también la misma pasión por esos rectángulos que conocemos con el nombre de: Libros. Los libros me han llevado a muchos lugares tanto física como mentalmente, me han dado el gusto de toparme con autores/as bien importante a nivel nacional e internacional, Elena Poniatowska, por ejemplo, de quien tengo su recuerdo muy grabado y su firma y dedicación en mi libro La piel del cielo, ja, digo mi libro como si lo hubiera escrito yo, pero es que así pasa con los libros, dejan de ser de los autores para ser de los lectores, pero también me han dado la posibilidad de poder conocer a chicos y chicas que, como Luna, empiezan, -aunque ella a su edad, tiene un camino impresionante que ya hubiera querido tener yo a esa misma edad, esto es sin duda gracias al ejemplo de y en casa-, por este camino azaroso que es la escritura.

Líneas arriba dije que la palabra tiene poder y sí, lo sostengo. Un discurso bien dado, tiene el poder de mover muchas consciencias, masas, de generar la reflexión; pero el discurso tiene que ser bueno, sostenido, bien vocalizado, y bien pensado y, antes, tuvo que haber sido bien escrito para poder transmitirle a los escuchas, el poder que tiene la palabra y de lo que ella o del discurso emanen.

En estos días turbulentos que estamos viviendo como sociedad, donde vemos que el tejido como comunidad está cada vez más débil y pareciera que vamos directos al vacío, un libro, un proyecto como el de Luna es lo que nos salva un poquito de volvernos locos -más de lo que ya de por sí estamos-, y nos da fe, esperanza, consuelo; es cuando podemos decir que recuperamos la fe en la humanidad…

Porque lo que hace Luna en este compendio de vidas/historias, es algo bien importante, le da identidad a su terruño, le da voz a sus habitantes, rescata hechos, sucesos, anécdotas y con ello le da presencia a Coquimatlán, a la gente que vive, vivió y vivirá en esta parte de nuestro paraíso terrenal que es Colima; con ello, Luna además trasciende para futuras generaciones de lectores/as y, no sólo eso, sino que da ejemplo de que, con entusiasmo y con muchas ganas y hartísima pasión, se pueden hacer cosas muy interesantes como este libro. Cosas muy grandes. Y podemos hablar de cultura de paz, de trabajo en comunidad, de presencia, identidad, pertinencia y pertenencia.

Cuando me invitan a presentar/comentar un libro no me gusta hablar de él, claro, yo sé que hay que dar comentarios en torno a… pero no me gusta spoilear el contenido, para que cada uno/a quienes se acerquen al libro, hagan y tengan su propia experiencia lectora. Lo que sí voy a decirle es que en estas líneas se van a encontrar, reencontrar o van a hallar personas, personajes con los que pudieron haber convivido ya sea ustedes o alguno de sus familiares.

Enhorabuena, Luna, por este gran proyecto. Por cierto, las imágenes son imperdibles, creo que abrazan de una manera hermosa al documento, lo que lo hace un artículo, un objeto, aún más valioso, necesario, sobre todo si has vivido, vives, vivirás o has oído hablar de un lugar llamado Coquimatlán… y si no… también. Las ilustraciones son de Axel, de quien no tengo más datos, pero espero que se encuentre entre el público para conocernos en persona…

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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