Por Carmen Martín
El viejo oeste americano y sus icónicos elementos distintivos marcan las tendencias de esta temporada, una estética que lleva la banda sonora del nuevo disco de Beyoncé, Comboy Carter, y las imágenes de la serie Yelowstone, protagonizada por Kevin Costner.
Las tendencias, por lo general, se propagan a alta velocidad y la moda wester ha batido récord desde que la cantante tejana Beyoncé la pusiera en órbita con su disco Comboy Carter.
Otra de los responsables de que esta moda sea deseada ha sido la serie Yellowstone, un western moderno que cuenta la historia de la familia Dutton, liderada por John Dutton (Kevin Costner).
Sin embargo, Pharrell Williams, director creativo de Louis Vuitton, ha sido el pionero de explorar minuciosamente en los pilares del armario del oeste americano para crear una colección en la que dominan camisas de cuero, abrigos largos y mucho tejido denim.
Piezas, de siluetas relajadas, que se adereza con volantes, sombreros de ala ancha, hebillas llamativas diseñadas con cabezas de toro o simbología de los rodeos que aportan ese aire tan distintivo del estilo americano.
Los flecos, que originalmente se utilizaban para ayudar a repeler el agua de lluvia, juegan un papel protagonista en esta tendencia. Así, por ejemplo, Bottega Venta los utiliza en versión corta. Gucci y Givenchy optan por colocarlos largos para dar mayor fluidez y movimientos a las prendas.
“Esta moda regresa con fuerza”, cuenta la estilista Alicia Hernández que recuerda que durante los años 2000 Madonna o Britney Spears hicieron viral esta moda que hoy seduce a la generación Z como se ve en los cientos de videos que han subido a TikTok.
Así, día a día, ha ido calando la moda cowboy en redes sociales, donde se han visto estilismos femeninos y masculinos elaborados con muchas sofisticación y brillo y otras más básicos con camisas vaqueras o de cuadros, pantalones y faldas de denim y la recurrente bandana -pañuelo cuadrado doblado con forma triangular-.
Este complemento, que nació con la vocación de proteger del polvo mientras se cabalgaba, se conducía al ganado a otros pastos o se trabaja en los ranchos, Miuccia Prada lo convierte en un sofisticado top de cuero que lo combina con falda de tablas, de largo a la rodilla y la mítica casa Hermès lo coloca a modo decorativo en los asas de los codiciados bolsos.
Con colecciones completas o solo con unos cuantos complementos, esta moda se ha afianzado en el mercado del lujo como se ha visto en las propuestas de Roberto Cavalli, Chloé o la diseñadora londinense Molly Goddard.
Diseñadores y firmas como Stella McCartney o Sportmax incorporan las chaparreras o zahones -especie de mandil, principalmente de cuero, atado a cintura, con perneras abiertas por detrás que se atan a la pierna- sobre los pantalones vaqueros y los trajes sastre.
La francesa Isabel Marant o la española Paloma Suárez refuerzan su alegato boho folk sumándose a la tendencia con prendas de herencia americana como la chaqueta de ante y flecos.
Las botas vaqueras, de horma campera que utilizaban los vaqueros para protegerse del polvo y del agua, “resultan imprescindibles en esta estética y se convierten en la opción más cómoda para echar a andar este recién estrenada tendencia”, explica la experta en moda Pepa Fernández que destaca los modelos plateado de Diesel.
Por otra parte, Louis Vuitton, en su novedosa propuesta, sustituye las botas de cowboy por otras de ante con cordones, suavizando la estética wéstern y, así, alumbrando otra: la de granjero.
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