Los Dallas Cowboys entraron en alerta luego de que se dieran a conocer las lesiones que sufrieron DeMarcus Lawrence y Micah Parsons, sus estrellas defensivas.
Ambos salieron lastimados durante el triunfo de Dallas 20-15 sobre los New York Giants del jueves pasado en el partido que inauguró la semana 4 de la temporada de la NFL.
Lawrence, veterano ala defensiva de 32 años, fue sometido a una resonancia magnética que reveló una lesión en el pie que lo hará perderse al menos un par de partidos de la campaña; será evaluado por un especialista en pies y tobillos para tratar su lesión.
DeMarcus salió del juego luego de una jugada en la que su pie quedó atrapado en la primera serie de la segunda mitad.
Misma situación de Parsons, de 25 años, quien también fue sometido a una resonanciamagnética, evidenció un esguince en el tobillo. Aunque no se ha determinado el tiempo de recuperación, se prevé que esté fuera de actividad al menos por 2 semanas.
Las bajas de ambos jugadores ponen un foco rojo en la situación de los Cowboys que marchan con marca de 2 ganados y 2 perdidos, en una temporada que han tenido muchos problemas defensivos.
Hasta la semana 4 la defensiva de los Cowboys es la peor contra el ataque terrestre. Le han corrido para 583 yardas, un promedio de 145 por partido, con todo y que ante Giants limitaron su ofensiva por tierra a sólo 26 yardas.
La influencia tanto de DeMarcus y de Parsons, 3 veces Pro Bowl y Defensivo Novato del 2021, es vital en la presión de los quarterbacks rivales.
En la presente campaña Lawrence es el líder en capturas del equipo con 3, 5 golpes al mariscal de campo y un balón suelto provocado; y aunque Micah sólo lleva una en el año no se puede perder de vista que fue el líder de los Cowboys de la temporada pasada con 14 capturas, 2 intercepciones, un balón suelto forzado y uno recuperado.