La Comisión Antiviolencia aseguró que analiza las imágenes disponibles para depurar responsabilidades por los incidentes ocurridos en el derbi Atlético-Real Madrid, para proponer las correspondientes sanciones, y elogió la celeridad con la que actuó el árbitro Mateo Busquets Ferrer al suspender el choque.
Tras reunirse este lunes, Antiviolencia reiteró en un comunicado “su más absoluto rechazo ante conductas violentas que perjudican la imagen del futbol español” y afirmó que “es inaceptable cualquier tipo de comportamiento que suponga un grave riesgo para la seguridad de los asistentes a un espectáculo deportivo”.
La Comisión Permanente de Antiviolencia condenó los hechos que llevaron a la suspensión temporal del partido durante 17 minutos, tras el gol del Real Madrid, y el lanzamiento de mecheros y una botella de agua en la zona del portero madridista, Thibaut Courtois, en aplicación del Protocolo de actuación para el restablecimiento de la normalidad en competiciones, pruebas o espectáculos deportivos a que se refiere el artículo 15.2 de la Ley 19/2007 contra la violencia.
Según informó el Consejo Superior de Deportes (CSD), “la Comisión valora positivamente la celeridad en la actuación del árbitro del encuentro a la hora de aplicar dicho protocolo” y “asimismo condena los hechos que tuvieron lugar con anterioridad a la celebración del partido”.
También explicó que “se están llevando a cabo las tareas de análisis de las imágenes disponibles para depurar las responsabilidades que se deriven de estas conductas para proponer las correspondientes sanciones” y recordó que “este tipo de actos conllevan sanciones severas, entre las que se incluye la prohibición de acceso a los recintos deportivos y multas económicas”.
“La Comisión estima necesaria la colaboración de los clubes a la hora de identificar a los autores de estas execrables conductas, siendo necesaria su implicación en las labores de prevención de la violencia en los recintos deportivos”, agregó.
Para Antiviolencia, “en ningún caso es admisible que se normalicen conductas que están alejadas del buen orden público, siendo necesaria la colaboración de todos los asistentes para mantener el fútbol como un espectáculo deportivo seguro”.
“El deporte debe ser un espacio de convivencia y respeto, donde las aficiones animen a sus equipos con pasión pero siempre en cumplimiento de las normas de respeto, civismo y seguridad”, concluyó.