La historia de una institución es mucho más que la suma de fechas y eventos. Es una compleja sinergia de personas, documentos y acciones que han dado forma a lo que hoy conocemos y valoramos. Por ello, el 20 aniversario del Archivo Histórico de la Universidad de Colima es una celebración significativa, no solo para la comunidad universitaria, sino para toda la entidad e, incluso, el país.
Ese repositorio no solo conserva el legado de la institución, sino también una parte fundamental de la historia de la entidad. La reciente donación de materiales fotográficos y documentales por parte de Cecilia Álvarez y la familia Torres Ortiz Ocampo, en el marco de esa celebración, es un testimonio del valor que otorgan a la preservación de la memoria.
Lo que se ha entregado al Archivo Histórico no es solo una colección de objetos, sino fragmentos vivos de la historia, capaces de narrar cómo nuestra Universidad y nuestra comunidad han evolucionado. Por sí sola, esa acción fortalece no solo el patrimonio documental de la Universidad de Colima, sino también el vínculo entre el pasado y el futuro.
El Rector Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, al compartir su experiencia personal, relacionada con los materiales donados, mostró cómo la historia se entrelaza con las vidas de quienes han formado parte de esta institución. Es un recordatorio de que, más allá de los muros y edificios, una universidad se construye sobre las aportaciones de aquellos que, con esfuerzo y visión, han forjado sus cimientos.
El trabajo del Archivo Histórico no es solo custodiar documentos, sino asegurar que las futuras generaciones puedan acceder a una parte esencial de lo que nos define como comunidad. En palabras de su directora, Sandra Omelina Araiza Benuto, esa institución ha sido un espacio donde muchas manos han trabajado para mantener viva la memoria. A todas esas personas, y a los nuevos donantes, la Universidad de Colima les debe un profundo agradecimiento.
Ahora, es alentador ver que, en tiempos donde lo inmediato parece dominar la agenda, nuestra Universidad sigue comprometida con la preservación del pasado, entendiendo que sin raíces fuertes no es posible desplegar las alas hacia un futuro mejor.