El Banco de Corea (BoK) recortó los tipos de interés en un cuarto de punto hasta dejarlos en el 3.25%, en lo que supone su primer giro flexibilizador en materia de política monetaria en Corea del Sur en más de 3 años ante la moderación de la inflación y de los precios de la vivienda.
La mayoría de expertos preveían un recorte de tasas después de que el índice de precios al consumo (IPC) registrara en septiembre un avance del 1.6%, por debajo del nivel del 2% marcado como meta por la entidad, y tras la reciente reducción de medio punto en los tipos por parte de la Reserva Federal en EUA.
Hasta ahora, el BoK había optado por retrasar cualquier movimiento para flexibilizar su política ante el temor a que un recorte de tipos de pudiera alimentar un aumento de la copiosa deuda de los hogares surcoreanos y desestabilizar el panorama financiero.
En ese sentido, los tipos habían permanecido desde enero de 2023 en el 3.5%, nivel en el que se habían situado tras 7 incrementos consecutivos desde abril de 2022 ante la fuerte presión inflacionaria pospandemia.
Mientras que las medidas activadas por el BoK para enfriar el mercado inmobiliario y la deuda de los hogares han comenzado a surtir un efecto moderado, la economía surcoreana se ha enfriado, mostrando una contracción del 0.2% en el segundo trimestre con respecto a enero-marzo ante el debilitamiento de la demanda interna.