Los peladeros de coco en Armería enfrentan una crisis que ha llevado a que muchos de estos centros de producción queden prácticamente desiertos, lo que repercute gravemente en la economía local y en las fuentes de empleo, de acuerdo con el productor de coco Mauricio Barreto Peralta, son 3 factores principales contribuyen a esta situación crítica.
Primero, la reconversión productiva, que dijo, ha sido una de las causas más significativas. “En los últimos años, los agricultores locales han optado por cultivos como el plátano, la piña y la papaya. Este cambio ha llevado a una drástica reducción de la superficie dedicada al cultivo de coco en la región, “La rentabilidad de estos nuevos cultivos ha llevado a muchos a abandonar el coco, dejando a su paso el panorama actual”.
En segundo lugar, las plagas y enfermedades han desalentado a los productores a continuar con el cultivo de coco. “La plaga del pico prieto ha afectado severamente las plantas, y a pesar de los esfuerzos para mitigar su impacto a través de programas de control, muchos agricultores se sienten impotentes ante los daños que esta plaga causa en las plantas en desarrollo”.
Mencionó que esta situación ha provocado que muchos opten por no invertir más en un cultivo que consideran de alto riesgo, pero también señaló que tendría que haber un trabajo en conjunto para que se aplique la ley de sanidad vegetal, “en el sentido de que de que si hay algún productor que no está saneando y está perjudicando a los vecinos, que haya una consecuencia también, o sea, aplicación de la ley de sanidad vegetal para poder erradicar los focos de infección de la plaga del picudo prieto”.
Finalmente, la falta de infraestructura y los fenómenos meteorológicos han impactado en la llegada de materia prima. Las recientes inundaciones y problemas en las carreteras han obstaculizado el transporte del coco proveniente del vecino estado de Guerrero, que tradicionalmente ha abastecido a Armería.
La conjunción de estos factores ha llevado a Armería a una situación que requiere atención inmediata para revitalizar el cultivo de coco y asegurar los medios de vida de muchas familias en la región, “es fundamental que se implementen políticas que fomenten la producción local y mitiguen el impacto de las plagas y fenómenos naturales”.