Por *Mtra. Ruth Holtz
Los chakras son una especie de laberinto energético que nos abre un camino a nuestro interior y nos hace ver el exterior desde una perspectiva única. Los chakras son centros de energía del cuerpo que nutren ciertas zonas de él que también se relacionan con esas áreas de la realidad que podemos vislumbrar desde la energía específica de cada chakra.
Esas partes del cuerpo son también zonas propensas a tensión para controlar su energía, según descubrió Wilhelm Reich, padre de la terapia psicocorporal. Veremos la vinculación de ambos enfoques.
El primer chakra es el de la raíz de nuestro ser, nos enraizamos con él a tierra, al lugar al que pertenecemos, a las personas de las que venimos. Nos enfoca a las necesidades materiales y se vincula con la zona del cuerpo que en la bioenergética nos sostiene, que son los pies, las piernas y el piso pélvico.
Solemos reflejar nuestra presencia, nuestra fortaleza para valernos por nosotros mismos, nuestro arraigamiento, nuestras bases en estas partes del cuerpo. El segundo chakra es el de la sexualidad.
Nos orienta a las necesidades de contacto y de placer sensual y genital. Nuestra libertad para tocar y ser tocados, nuestra confianza para entregarnos al placer sexual sin trabas es hacia donde nos enfoca esta energía cuando no está bloqueada. La zona del cuerpo que ubica la bioenergética es la de los genitales y el bajo vientre, la pelvis y su libre movilidad. El tercer chakra es el del plexo solar. Nos dirige en nuestro deseo y nuestra voluntad de hacer las cosas, de expresar nuestro propio poder para hacer y actuar sobre la realidad que nos circunda.
El área del cuerpo que se bloquea bioenergéticamente cuando tenemos conflicto con nuestra voluntad es la zona abdominal. El cuarto chakra es el del corazón. Nos encamina a amar incondicionalmente, a dar, a ser generosos por que sí. Nos hace ver el mundo como un hogar, como una familia. La parte del cuerpo involucrada es el diafragma, en parte y en parte el área torácica. El quinto chakra es el de la garganta.
Nos lleva a decir, a expresar lo que somos. Nos proyecta hacia fuera. La zona del cuerpo que se tensa si hay conflicto es la garganta, la boca, el diafragma y el área cervical. El sexto chakra es el del tercer ojo, el de la intuición y la capacidad de percepción mental del presente, pasado y futuro.
Al bloquearlo no queremos ver, bioenergéticamente la zona involucrada es la de los ojos, cuello, nuca. En parte también el área cervical. El séptimo chakra es el de la corona. Nos encauza hacia la divinidad, el más allá, a la unión con todo, nos vincula con los asuntos espirituales. El área del cuerpo relacionada es la de la cabeza, en parte el cuello y la parte cervical. Trabaja tus bloqueos con terapia bioenergética.
* Psicoterapeuta. Teléfonos: 312 330 72 54 / 312 154 19 40 Correo: biopsico@yahoo.com.mx
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