Formado en la Academia del Atlético de Madrid, en la que ingresó con 11 años en el 2007, Rodrigo Hernández, del Manchester City y ganador este lunes (28) del Balón de oro como mejor jugador del curso 2023-24, también luce con orgullo su pasado y sentimiento rojiblanco.
“El Atlético de Madrid es mi casa, donde me lo han dado todo. Probablemente sea el club donde más cosas he vivido. Es en este club donde empieza la ilusión de que puedo llegar a ser profesional”, confesó el futbolista en DAZN en diciembre del pasado año 2023.
Porque es en el Atlético donde el ahora mejor futbolista del planeta comienza a dar sus primeros pasos. Nacido en Madrid el 2 de junio de 1996, en 2007 se alista en el Atlético de fútbol base procedente del Majadahonda. En 2012 asciende al juvenil B y un año después se marcha al Villarreal, que también interviene decisivamente en su progreso.
“Llegó un momento en el que se cambió la directiva y gestión del club y entendían que la vía sería por otro lado. Apostaban por un estilo más físico y noté que la confianza que tenía de antes no era la misma”, explicaba Rodri en la misma entrevista.
En 2018, el Atlético vuelve a llamar a su puerta. “Si te soy sincero jamás pensé que podía volver al Atlético de Madrid. Decidí tomar la decisión de volver a casa donde viví uno de mis mejores años. Fue el año de pasar de ser una promesa a ser un jugador consolidado”, reconoce en la entrevista.
“Para mí es un paso grande en mi carrera, venir a mi casa, a un club que sé cómo funciona, que sé los valores que representa y donde hay una afición que te envuelve y un sentimiento de una gran familia. Tengo recuerdos del Atlético de toda la vida, de venir aquí desde muy pequeño, y uno siempre aspiraba a llegar al primer equipo. He cumplido un sueño”, manifestó el centrocampista a la web de la entidad madrileña, tras su regreso al Atlético, al que volvió por 20 millones de euros.
Rodri debutó con el Atlético el 15 de agosto de 2018 en la final de la Supercopa de Europa ganada al Real Madrid (4-2) en Tallín. Diego Simeone alineó esa histórica noche a Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Lucas Hernández; Lemar (Thomas, minuto 90), Koke, Rodrigo (Vitolo, minuto 71), Saúl; Diego Costa (Giménez, minuto 108) y Griezmann (Correa, minuto 57). Los goles de Diego Costa (2), Saúl y Koke dieron el triunfo y el título al Atlético.
Rodri, titular en el equipo de Simeone, aunque comenzó nueve encuentros desde el banquillo, participó en la temporada 2018-19 en 47 partidos como rojiblanco y marcó 3 goles. En el verano de 2019, el Manchester City puso 70 millones de euros encima de la mesa, pagó la cláusula de rescisión y se lo arrebató al Atlético.
En el Manchester City lo ha ganado todo. “Soy un chico normal. Nada más. Para mí es importante, en el mundo en el que vivimos, mantener los pies en la tierra. Siempre he sido muy normal. Es mi manera de ser y es la vida que quiero llevar”, expresó en Marca cuando ya militaba en el City.
Rodri, ese chico normal que no utiliza redes sociales es, desde este lunes, el mejor jugador del mundo para estima y satisfacción del Atlético, donde creció. El jugador es cantera y sentimiento rojiblanco. Sus orígenes son para siempre, lo mismo que su enorme calidad como futbolista. El Atlético también está de enhorabuena.
