En el Neolítico existía en el yacimiento de Ouede Beth, en Marruecos, una sociedad agrícola desconocida hasta ahora y que arroja luz sobre el papel del norte de África en la prehistoria mediterránea, según un estudio que publica Antiquity.
La investigación, encabezada por la Universidad de Cambridge (Reino Unido), realizó un estudio arqueológico multidisciplinar en Oued Beht para revela la existencia esa sociedad entre 3.400 y 2.900 a.C, un periodo poco conocido de la prehistoria del noroeste de África.
En el estudio se indica que se trata del mayor y más antiguo complejo agrícola hallado en África más allá del Nilo y que comparte características similares con yacimientos contemporáneos de Iberia.
Para los autores, el estudio sugiere que el Magreb desempeñó “un papel decisivo en la configuración del Mediterráneo occidental durante los milenios IV y III antes de Cristo” y en aparición de sociedades complejas en la zona, según un comunicado de la universidad.
Con un entorno mediterráneo, una frontera con el desierto del Sahara y la travesía marítima más corta entre África y Europa, el Magreb estaba “perfectamente situado como centro neurálgico de importantes desarrollos culturales y conexiones intercontinentales en el pasado”.
Aunque la importancia de la región durante el Paleolítico, la Edad de Hierro y el periodo islámico es bien conocida, existe una laguna en el conocimiento de la arqueología del Magreb entre 4000 y 1000 a.C., un periodo de cambio dinámico en gran parte del Mediterráneo.
El equipo recuperó restos vegetales y animales domesticados, cerámica y lítica sin precedentes, todos fechados en el Neolítico final, además hallaron abundantes pruebas de la existencia de pozos profundos de almacenamiento.
Al otro lado de estrecho de Gibraltar se encontraron también yacimientos contemporáneos con fosas similares, donde los hallazgos de marfil y huevos de avestruz apuntan desde hace tiempo a conexiones africanas, agrega la nota.
Esto sugiere que el Magreb desempeñó “un papel decisivo” en la evolución del Mediterráneo occidental durante ese periodo.
Para los investigadores, se indica en el comunicado, “está claro que Oued Beht y el Magreb noroccidental formaban parte integrante de la región mediterránea en sentido amplio. Como tales, estos descubrimientos cambian significativamente nuestra comprensión de la prehistoria posterior del Mediterráneo y África”.