Por Rogelio Guedea
“Zacualpan, no más humillaciones”
Nuestras comunidades rurales están en el abandono: malos centros de salud, carencias educativas, inseguridad e incluso poca sensibilidad por parte de la comunidad urbana y de las autoridades, realmente apáticas a las necesidades apremiantes de estas comunidades. Los pobladores de Zacualpan han luchado históricamente por tener una vida digna, no se sienten con ese derecho, en realidad lo poseen porque se trata de un derecho humano esencial. Las autoridades no han sido sensibles a ellos, ni siquiera las de Ciapacov, cuyo titular Vladimir Parra prefiere el frívolo viaje a la atención de una deuda histórica con esta comunidad. Por fortuna, luego de un intenso desencuentro se ha podido llegar a acuerdos, pero, ¿hasta cuándo tendrá que radicalizarse una demanda para que se atienda a ésta como debe ser? Lo que pasó en Zacualpan es sólo una muestra de lo que pasa, sin politiquerías, en otras comunidades rurales de nuestra entidad, sólo que otras no pueden amagar a las autoridades cortando el suministro de agua para la zona conurbada de Colima y Villa de Álvarez. Hay irresponsabilidad, pues, de parte de la autoridad correspondiente (la gente no llega a eso por nada) y esto no debe volver a repetirse. Debemos crear un vaso comunicante real y sólido entre la zona urbana y la rural de nuestra entidad, de la que tanto nos gusta disfrutar. No nos sintamos indispensables, las comunidades rurales cumplen también una función esencial para nuestro desarrollo humano. Atropellarlas no es más que pasar por encima de nuestra propia dignidad.
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