El Consejo Presidencial de Transición (CPT) pidió a la Policía Nacional Haitiana (PNH) que “acelere las investigaciones necesarias” sobre los incidentes que llevaron a la organización Médicos Sin Fronteras a cerrar sus puertas en Puerto Príncipe el 20 de noviembre.
El Consejo afirmó en un comunicado que esto se hace “con el fin de reforzar la confianza que el pueblo haitiano y las instituciones internacionales han depositado en ella (la Policía Nacional de Haití)”.
El organismo “deplora y condena en los términos más enérgicos el grave incidente” ocurrido en Delmas 33 el 11 de noviembre pasado, cuando varias personas, que ya habían sido heridas y neutralizadas, murieron por disparos de la Policía cuando se encontraban a bordo de una ambulancia de Médicos Sin Fronteras.
“La ambulancia, espacio protegido y santuario según el derecho internacional humanitario, debe permanecer inviolable. Tal acto constituye una violación flagrante del deber fundamental de asistir a las personas en peligro, cualquiera que sea su estatuto o identidad”, prosigue el comunicado.
El CPT recordó a la Policía su “compromiso” de garantizar la seguridad y la integridad de las instituciones sanitarias, tanto públicas como privadas, y de su personal.
También saludó el valor, la dedicación y la determinación de los “valientes” policías y militares que luchan con “firmeza” contra la delincuencia organizada.
Tras las graves amenazas proferidas contra su personal por miembros de la Policía haitiana, Médicos Sin Fronteras anunció el 19 de noviembre que se veía obligada a suspender sus actividades en Puerto Príncipe a partir del 20 de noviembre hasta nuevo aviso.
El 11 de noviembre una ambulancia de MSF fue atacada, lo que provocó la ejecución de al menos 2 pacientes y una agresión al personal médico.
En la semana siguiente, agentes de la Policía pararon repetidamente los vehículos de MSF y amenazaron directamente al personal, incluso con matarlo y violarlo, según un comunicado emitido por la organización.
Estos repetidos incidentes obligaron a la organización a detener todas las admisiones y traslados de pacientes a sus 5 instalaciones médicas en la capital haitiana a partir del 20 de noviembre, porque son la manifestación de un ataque directo contra el personal y los pacientes de MSF en Haití, agregó la nota.
“En Haití y en otros lugares, estamos acostumbrados a trabajar en condiciones de extrema inseguridad, pero cuando, incluso, las fuerzas del orden se convierten en una amenaza directa, no tenemos más remedio que suspender nuestros proyectos. Todos los ingresos de pacientes en Puerto Príncipe se han paralizado hasta que se den las condiciones adecuadas para que podamos reanudar nuestras actividades”, declaró Christophe Garnier, jefe de misión de MSF en Haití.
Para la organización no gubernamental “cada día que se suspenden nuestras actividades es una tragedia, porque somos uno de los pocos proveedores de muchos servicios médicos que han permanecido abiertos durante este año extremadamente difícil. Pero no podemos seguir operando en un entorno en el que nuestro personal corre el riesgo de ser atacado, violado o incluso asesinado”, declaró el director la entidad.