La conmemoración de los 50 años del Premio Peña Colorada marca un hito en la historia de la educación superior en Colima. Ese reconocimiento, que ha distinguido a 2,448 estudiantes desde 1975, es un reflejo del compromiso que la Universidad de Colima (UdeC) y la empresa Peña Colorada han asumido con la formación de profesionales íntegros y competentes, capaces de enfrentar los retos de un Mundo en constante transformación.
La develación del Muro de la Excelencia, ubicado a un costado del Paraninfo Universitario, en el Campus Central, es un símbolo de los valores que definen a nuestra comunidad universitaria: esfuerzo, dedicación y resiliencia. En cada uno de los nombres grabados en ese muro se encuentra una historia de superación y un compromiso inquebrantable con la búsqueda de la excelencia.
El acto de entrega de reconocimientos a 95 egresados y egresadas de licenciatura, maestría y doctorado de la generación 2024 reafirma el impacto transformador de ese premio. Más allá del estímulo económico, ese reconocimiento envía un mensaje claro: la excelencia académica no solo es motivo de orgullo personal, sino también un motor de cambio social.
Como señaló el Rector Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, la colaboración entre la UdeC y empresas comprometidas como Peña Colorada no solo fortalece la formación de nuestros estudiantes, sino que también contribuye al desarrollo sostenible de la región. Esa alianza, construida a lo largo de 5 décadas, ha demostrado que la inversión en educación es una apuesta segura para el progreso de la sociedad.
Es importante destacar que esos logros no serían posibles sin el respaldo de instituciones y líderes comprometidos con la educación. Desde el primer premiado en 1975 hasta los actuales galardonados, el Premio Peña Colorada ha sido un estímulo para alcanzar metas más altas y un recordatorio de que la educación es el camino hacia un futuro más equitativo y digno.
Al celebrar ese aniversario, reafirmamos que el verdadero impacto de la educación no reside únicamente en la acumulación de conocimientos, sino en la capacidad de transformar vidas, comunidades y naciones enteras. Los egresados y egresadas premiados, al igual que las generaciones venideras, llevan consigo la responsabilidad de ser agentes de cambio en un entorno global que demanda soluciones innovadoras y éticas a los desafíos contemporáneos.