En un evento organizado por la Asociación Colimense de Universitarias (ACU), el profesor Juan Carlos Gavilanes Ruiz impartió la charla “Mujeres en los desastres, ¿qué nos dice la ciencia?” En especial, habló de la participación y roles de la mujer antes, durante y después de los desastres.
Carlos Gavilanes dijo que antes se asumía que los fenómenos naturales producían los desastres, pues se comparaba un escenario de desastre con uno bélico, mientras que en la actualidad y con una visión más integral, “se sabe que el desastre es un proceso que puede tomar siglos, años o meses para gestarse y tiene un momento o ciclo donde se desencadena”.
Como la sociedad es heterogénea, continuó, “la susceptibilidad a las amenazas también lo es; por lo tanto, es compleja; así que entre la amenaza y la vulnerabilidad se confecciona el riesgo, que es la probabilidad de que ocurra un desastre; éstos se pueden dividir en varias fases: prevención, preparación, respuesta a la emergencia, recuperación y reconstrucción”.
En cuanto a la vulnerabilidad, comentó que un estudio chileno menciona que mujeres, niños y niñas son especialmente vulnerables a los desastres: “Un análisis de las Naciones Unidas encontró que las mujeres tienen 14 veces más probabilidades de morir que los hombres debido a las diferencias de género y las desigualdades existentes”.
En circunstancias donde no hay equidad, dijo que las mujeres son más vulnerables: “En situaciones de emergencia se requiere que las acciones de atención, prevención y de respuesta consideren estas diferencias para ser equitativos”.
Agregó que las mujeres que no tienen acceso a los recursos tampoco tienen capacidad ni autorización para tomar decisiones: “A la hora de una evacuación, el hombre toma la decisión. Los sistemas de alerta en ocasiones están diseñados para que el jefe de familia sea quien decida”, ejemplificó.
“Las mujeres son un soporte psicológico en la familia, por tanto, esto le ocasiona una sobrecarga emocional y si a lo anterior le sumamos el desastre, están más expuestas al estrés postraumático”, comentó.
Por último, dijo que incorporar el enfoque de género a la gestión de riesgos debe realizarse desde la fase de prevención: “Se debe tomar en cuenta que las mujeres perciben las emergencias de manera más seria que los hombres, además de que debe ser un tema de fácil acceso, así como crear comités representados por mujeres y hombres e involucrar a ambos en todas las tareas de prevención y en las demás fases de un desastre”.