La Secretaría de Salud señaló, en un comunicado de prensa, que la causa del trastorno del espectro autista se desconoce y su diagnóstico se realiza con base en el comportamiento observado y con la aplicación de diferentes pruebas de evaluación conductual. Por ello, es importante detectar alertas en niñas y niños, como evitar el contacto visual, aislamiento social, retraso en el lenguaje o lenguaje repetitivo, dificultad ante el cambio y falta de juego imaginativo.
También hay que advertir comportamientos repetitivos, intereses restringidos y menor respuesta a su nombre, pero sí a otros estímulos auditivos, ya que puede tratarse de autismo. Esa condición suele manifestarse en la infancia, en donde menores de 15 a 18 meses de edad empezaron a observar características del espectro.
La dependencia estatal reiteró que el diagnóstico temprano del autismo para niñas y niños menores de 6 años se realiza en los Centros de Salud de la entidad, mediante la prueba de tamizaje Evaluación del Desarrollo Infantil (EDI) y si el resultado es rojo, se realiza otra prueba de evaluación (Inventario de Desarrollo Battelle).
Posteriormente y dependiendo del resultado, la o el menor de edad es referido al Centro Regional de Desarrollo Infantil y Estimulación Temprana (Ceredi), donde se hace el diagnóstico de manera multidisciplinaria y se otorga atención con tratamiento terapéutico.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 160 menores de edad presenta esa condición en el mundo y la incidencia se incrementa un 17% al año; mientras en México, el único estudio impulsado por Autism Speaks -en 2016- señala que 1 de cada 115 menores tiene autismo, es decir, casi el uno por ciento de la población infantil.
