Dom. Dic 7th, 2025

COLUMNA: Ciencia y Futuro

Por Redacción Feb6,2025 #Opinión

La importancia de la Participación Comunitaria como estrategia en la prevención y control del dengue

Por Doctora Miriam De la Cruz Ruiz*

El dengue es una enfermedad transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti.  En la región de las Américas, 46 países y territorios reportan casos de manera semanal. Hasta el 13 de julio de 2024, se reportaron 10 millones 669,550 casos probables de dicha enfermedad y se han confirmado 5 millones 531,444 casos, de los cuales 12,745 casos corresponden a formas graves y han ocurrido 5,666 defunciones.

Aunque es importante conocer la enfermedad, su forma de presentación, las potenciales complicaciones y su tratamiento, hay aspectos que anteceden su adquisición y que son fundamentales para poner en el centro de las estrategias de prevención. Cuando hablamos de sus aspectos ecológicos, nos referimos a esos factores en los cuales se darán las condiciones ideales para la proliferación del mosquito transmisor del dengue.

En la generalidad, la reproducción del mosquito necesita la acumulación de agua para que la mosquita vaya y deposite los huevos, que en un ciclo de vida de aproximadamente 8 días ya habrá una población potencialmente transmisora de dicho padecimiento. Estas condiciones se dan tanto en zonas urbanas como suburbanas. 

Dentro de este marco, es importante reflexionar teóricamente sobre los complejos procesos de cambio que deben darse en la comunidad para que los programas de prevención y control del dengue puedan ejecutarse en este nivel. El modelo basado en la Atención Primaria a la Salud (APS) es un enfoque que incluye a la sociedad y que tiene por objeto garantizar el mayor nivel posible de salud y bienestar y su distribución equitativa mediante la atención centrada en las necesidades de la gente tanto como sea posible a lo largo del proceso continuo que comprende desde la promoción de la salud y la prevención de enfermedades hasta el tratamiento, la rehabilitación y los cuidados paliativos, y de la manera más cercana al entorno cotidiano de las personas. La estrategia de participación comunitaria forma parte de las áreas estratégicas de la APS. 

La Participación Comunitaria (PC) es compleja de ejecutar porque parte de la premisa de que la comunidad identifique el problema como relevante o prioritario en su contexto y a su vez, se involucre en las propuestas de solución. Sin embargo, el desarrollo de esta capacidad se mejora a través de la gestión de la salud poblacional, que, con la aplicación de diversas estrategias, se busca que las personas sean activas dentro del modelo de la APS.

El enfoque de investigación del dengue basado en la comunidad busca la gestión del conocimiento, incluyendo la difusión de las lecciones aprendidas, así como, el uso de conocimiento para acelerar la ampliación de estrategias para fortalecer los sistemas orientados a la APS. Aun con todos los retos que implica, la PC siempre será un eje prioritario que lo enfatiza la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entre las publicaciones que la autora tiene relacionadas al tema, se encuentra el libro La participación comunitaria en la prevención del Dengue (

https://altexto.mx/la-participacion-comunitaria-en-la-prevencion-del-dengue-fiz9l.html), el cual fue editado por la Universidad de Colima, texto en el que se documenta la aplicación sistemática de una estrategia de participación comunitaria para el control del dengue, con base en la mayor evidencia científica disponible.

Al respecto, sin embargo, no se demostró una reducción significativa de la incidencia de dengue en el grupo que se intervino exclusivamente con una campaña de participación comunitaria, en la que solo se logró una reducción en la combinación de la estrategia de PC con fumigaciones espaciales con el agente químico de control.

De acuerdo con estos resultados, es conveniente evaluar los aspectos que están relacionados con la deficiente participación de la comunidad en el contexto urbano. Algunos de los factores identificados en ese estudio fueron:

  • La constante movilización de las poblaciones urbanas.
  • La pobre cohesión de la comunidad que obstaculizan las acciones en la comunidad.
  • El rol paternalista de quienes dirigen las instancias proveedoras de servicios de salud que quitan el protagonismo de las personas de la comunidad.
  • Que los conocimientos no siempre van a coincidir con las prácticas de la comunidad en la prevención y control de la enfermedad.

Este artículo invita a una reflexión a toda la población y a la comunidad científica para revisar la mejor manera de prevenir y controlar al dengue, considerando la mejor evidencia disponible.

*Profesora por horas en las asignaturas de Comunidad I y II en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima. Egresada del Doctorado en Ciencias Médicas y Candidata del SNII. Actualmente Jefa de la Oficina de Investigación en Salud de la Coordinación Estatal del IMSS Bienestar Colima.

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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