Acero, aluminio y aranceles
Por Alejandro Bernal Astorga
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso a partir del 12 de marzo, el cobro de aranceles generalizados del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio que se hagan a su país sin excepciones.
Los principales países que se verían afectados por esta medida serían Canadá, que exporta a EUA un volumen de 6.56 millones de toneladas de acero, Brasil con 6.56 millones de toneladas y México con 3.52 millones de toneladas; las ventas conjuntas de estos 3 países cubren la mitad del acero que se importa al mercado estadounidense.
Cabe mencionar que China, el mayor productor de acero del mundo, solo representó alrededor del 1.8% de todas las importaciones de acero de Estados Unidos en 2024. Lo anterior debido a que Estados Unidos asume que se presentan 3 supuestos de práctica desleal con el acero que proviene de este país y que debería probar con investigaciones soportadas en evidencia:
- Que las empresas acereras reciben subvenciones financieras o en especie, por el gobierno chino y que eso les permite bajar sus costos de producción, permitiéndoles salir al mercado y superar a su competencia de forma desleal al ofertar acero con un precio de venta por debajo del valor normal.
- Que las empresas acereras chinas cometen dumping al ofertar sus productos por debajo de su valor normal, aun cuando esto represente tener inicialmente pérdidas y que posteriormente recuperarían al quedarse de forma desleal con el mercado en el que ofertan, desbancando a su competencia.
- Que las empresas chinas “triangulan” exportan acero a otros países y que estos posteriormente lo hacer llegar a EUA como propio o lo incorporan a productos que son exportados al mercado estadounidense.
Cabe mencionar que la medida utilizada como penalización a una práctica desleal de comercio internacional comprobada ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) o en el contexto de un panel para la solución de controversias comerciales si existiera un tratado de libre comercio, es una cuota compensatoria (arancel), proporcional al monto de dumpin o de subvención en el que se haya incurrido.
La imposición de un arancel del 25% a las importaciones de acero provenientes de México traería consecuencias negativas para México y para Estados Unidos ya que:
- Si se aplica injustificadamente generaría incertidumbre legal para la realización de negocios entre ambos países.
- De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero), en 2024, la balanza comercial del acero favoreció a Estados Unidos respecto a México en 2.4 millones de toneladas y un valor superior a 4 mil millones de dólares.
Por lo tanto, si impone aranceles a las importaciones de acero, algunas industrias mexicanas como la automotriz, de autopartes, construcción, manufactura y de electrodomésticos, saldrían afectadas por los aumentos de costos causados por los impuestos arancelarios y serían menos competitivas por precio.
- Las empresas estadounidenses importadoras de acero de México y otros países, adquirirían este insumo básico para sus procesos de producción, un 25% más caro, incrementando sus costos de producción y sus precios de venta al mercado, generando inflación.
- Imponer aranceles más altos empujaría a las empresas estadounidenses a buscar proveedores nuevos o más baratos, pero no es tan sencillo, dados los volúmenes significativos de acero necesarios para no generar insuficiencia en el abastecimiento.
Cabe mencionar que de nueva cuenta esta aplicación unilateral de aranceles es violatoria del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y que la vía de solución debe ser la negociación.
Un plan B como la aplicación de aranceles al acero que exporta Estados Unidos a México no es deseable, ya afectaría a las ramas de la producción nacional que lo importan y en todo caso se debería aplicar a productos que no representen una amenaza para la economía mexicana.
De nueva cuenta la capacidad de gestión binacional por vías oficiales y empresariales será nuevamente puesta a prueba para conseguir una excepción a la imposición de esta medida.
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