¿Por qué las mujeres no opinan?
Por Rosario Gutiérrez
Hace algunos días, un grupo de alumnos de la carrera de Periodismo me dio la oportunidad de platicar con ellos sobre las mujeres que escriben opinión, las cuales son pocas y solo basta con hurgar un momento en los nombres de las columnas locales y nacionales para darse cuenta de ello.
En el vecino estado de Jalisco, un estudio llamado “Micro universo de la mujer en la prensa en el AMG” del Departamento de Estudios Políticos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara reveló que, en lo local, solo dos de cada 10 columnistas en medios, son mujeres.
La Friedrich Naumann Foundation da cuenta en el artículo de Ivabelle Arroyo llamado “La ilusión de libertad”, que los principales medios de comunicación del país suman alrededor de 500 columnistas, de los cuales apenas unas 50 son mujeres.
Pero, ¿por qué?
Considero que, en primer lugar, hay que tomar en cuenta que el machismo que pesa sobre la sociedad no alienta a las mujeres a usar su voz y expresar su opinión. Todavía es común escuchar la frase, “calladita te ves más bonita”.
A esto hay que agregarle que cuando las mujeres ingresan en el mundo laboral enfrentan pisos pegajosos para ascender y para poder acceder a espacios, por ejemplo, la desigualdad salarial o los prejuicios que jefes y compañeros puedan tener hacia el mismo género.
A lo anterior habrá que sumarle que cuando una mujer se casa, según el INEGI, pierde 7.3 horas de tiempo libre, mientras que los hombres suelen ganar 2.9 horas de este tiempo cuando toman ese paso.
De acuerdo con las estadísticas de este mismo organismo, las mujeres le dedican unas 20 horas semanales a las labores de cuidado que no se les pagan, mientras que los hombres solo aportan 6.5 a la semana.
Ahora bien, muchas columnas en medios de comunicación no son pagadas, por lo que una mujer periodista que quiera escribir, tendrá que dedicarle un par de horas a la semana a la labor de opinar, sin que sea remunerada.
Es decir que una mujer periodista si se casa, además de su horario laboral diario -que en el periodismo no suele estar limitado a 8 horas-, además de las horas que dedica a las labores del hogar y de cuidados que no le pagan, deberá también guardar algo tiempo para leer, investigar, escribir y redactar también sin paga.
Lo anterior muchas veces, recibiendo un sueldo menor al de sus colegas, pues en México se estima que la brecha salarial entre hombres y mujeres es de 1,624 pesos en empleos formales y de 2,046 pesos en la informalidad.
No solo en el periodismo, sino en todas las áreas es necesario construir entornos y romper con los sistemas que no permiten a las mujeres desarrollarse plenamente y dedicar su tiempo y energía a sus carreras y profesiones con la misma facilidad que lo haría un hombre, sin que esto implique un juicio sobre ellas.
Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.