El dolor vuelve a golpear a las Madres Buscadoras de Colima. La noticia del fallecimiento de Teresa González, integrante de un colectivo de búsqueda en Jalisco, ha dejado un profundo impacto en quienes, día tras día, recorren cerros, fosas y caminos en busca de sus seres queridos. Para ellas, la lucha es clara: no buscan culpables ni explicaciones, solo quieren encontrar a sus hijos, ya sea con vida o para darles una sepultura digna.
Candelaria Huerta Pizano, integrante del Colectivo Solidario de Búsqueda de Desaparecidos en Colima, expresó la impotencia que sienten las madres que enfrentan esa lucha. “Nosotras solo queremos localizar a nuestros hijos”, dijo con firmeza.
La muerte de Teresa González ha generado temor entre quienes dedican su vida a esa labor. “Teresa también buscaba a su hijo y, desgraciadamente, a alguien no le pareció lo que estaba haciendo”, lamentó Huerta Pizano, recordando que las amenazas son una constante en su camino.
En ese sentido, enfatizó que las madres buscadoras no investigan, solo buscan. “No queremos que nos hagan daño ni averiguar quién fue. Solo pedimos que nos dejen trabajar, que nos permitan buscar a nuestros hijos”, reiteró.
El caso de Teresa González y de muchas otras mujeres refleja las dificultades que enfrentan los colectivos. Huerta Pizano recordó su visita al rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, donde supuestamente había restos humanos. “Cuando llegamos, todo estaba manipulado. Se notaban resanes recientes en las paredes y todo había sido lavado. No sabemos qué querían ocultar”, denunció.
A pesar de la adversidad, dejó claro que las madres buscadoras no buscan justicia ni castigo. Solo quieren recuperar a sus hijos y, en el peor de los casos, poder abrazar sus restos para darles el descanso que les fue arrebatado. “No queremos problemas, solo queremos encontrarlos”, concluyó Huerta Pizano, con el dolor de saber que cada día que pasa es un día más sin respuestas.
