David Hernández Viera, dirigente de la Sección 39 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), destacó que la nueva Unidad Médica Familiar, cuya construcción tiene un avance del 80% y se encuentra entre las calles Juárez y Basilio Badillo, en la capital del estado, beneficiará a cerca de 2,500 docentes agremiados.
En un recorrido por las instalaciones, acompañado de representantes de los medios de comunicación, el dirigente de las y los docentes estatales adelantó que esperan se den consultas hasta las 12 de la noche, en 2 turnos, pero no descartó que fueran hasta 3.
Confirmó que el Gobierno del estado radicó alrededor de 3 millones de pesos al Instituto de Pensiones de Colima (Ipecol), por lo que espera que la terminación de esa Unidad Médica Familiar sea lo más pronto posible, pues sólo faltarían cuestiones de acabados y pintura, así como equipamiento, lo cual se haría por medio de licitación.
David Hernández destacó que esa infraestructura mejora el servicio de atención de la salud de los agremiados, pues tienen problemas para recibir servicio médico los fines de semana, además de que destacó el compromiso de la gobernadora Indira Vizcaíno para dotar de medicamentos ese espacio.
Aclaró que con esa obra no se resuelve el problema de la atención de salud, porque faltan especialistas, aunque matizó que es un paliativo a esa problemática que ha aquejado a las y los docentes de la Sección 39.
Finalmente, expuso que esa Unidad Médica Familiar beneficiará a jubilados, trabajadores en activo, así como a sus familiares, puesto que ellos y ellas tiene que abonar 60 millones de pesos al mes para los servicios privados de salud.