Por Marina Estévez Torreblanca
Roger Waters cumple 80 años este miércoles embarcado en una gira mundial de despedida en la que agita banderas tan controvertidas como su postura contra Israel y a favor de Rusia y en medio de su guerra con viejos compañeros de Pink Floyd, el grupo que creó y que marcó la historia musical del Siglo XX.
Nacido el 6 de septiembre de 1943 en Great Bookham, condado de Surrey (Inglaterra), el cofundador de la banda más mítica de rock progresivo -fue el bajista y uno de los cantantes, además de alma creativa y compositiva- inició en 1985 su carrera en solitario tras firmar álbumes de la altura del visionario The Wall o Wish You Were Here.
Discos legendarios en los que se fusionaron la ola de psicodelia del Londres de los 60’s con el amor por el blues, aderezados por las letras filosóficas de Waters en cortes cada vez más experimentales de rock progresivo durante la década de los 70’s.
The Dark Side Of The Moon, que acaba de cumplir medio siglo, fue el disco que les lanzó al estrellato. Precisamente uno de los últimos conflictos abiertos por el artista tienen como protagonista este disco, ya que Waters, autor de las letras y el concepto psicodélico y filosófico del álbum, lo ha regrabado solo, sin los otros miembros del grupo, un trabajo que se publicará el próximo 6 de octubre.
Ya cuando se fue de Pink Floyd por diferencias creativas y legales, Waters emprendió una batalla legal para evitar, sin éxito, que David Gilmour (guitarra y voz) y Nick Mason (batería) usaran el nombre de la banda.
Desde entonces ha habido treguas como el concierto benéfico “Live 8”, organizado por Bob Geldof en 2005 en contra de la hambruna mundial, en el que volvieron a tocar juntos, y un par de breves ocasiones posteriores.
Pero la tónica habitual ha sido el enfrentamiento por cuestiones como las posiciones políticas de Waters, un firme activista contra el Estado de Israel, que ha presionado a diversos músicos para cancelar presentaciones en ese país por el problema palestino.
Muy crítico también con la OTAN y el gobierno ucraniano, este mismo año Waters ha sido invitado por Rusia a hablar ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde condenó la invasión, pero también “a los provocadores” que la hicieron posible, haciéndose así eco de las tesis de Moscú.
Gira de despedida
“Si eres de los que te gusta Pink Floyd, pero no soportas el rollo político de Roger Waters, puedes largarte al bar”, advierten no en vano las pantallas antes de empezar los conciertos de This is not a drill tour, en el que suenan leyendas como Another brick in the wall, Sheep, Us &Them, Wish you were here, Have a cigar y Money.
Una gira de despedida que todavía le va a llevar a Londres en octubre antes de dar el salto a América para tocar en distintas ciudades de Brasil, así como en Montevideo, Buenos Aires, Santiago de Chile, Lima, San José, Bogotá y Quito.
Casado 3 veces y padre de 2 hijos y una hija, estudió en Cambridgeshire High School y en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Westminster (Londres).
En aquellos años de estudios conoció a Syd Barrett y David Gilmour y a los otros 2 fundadores de Pink Floyd, Nick Mason y Rick Wright. Los 4 fundaron en 1965 la legendaria banda que Waters abandonaría 20 años después.
Debutó como solista con el álbum The Pros and Cons of Hitch Hiking (1984), en el que colaboraron el guitarrista Eric Clapton, el saxofonista de jazz David Sanborn y el diseñador artístico Gerald Scarfee.
Posteriormente contribuyó junto a David Bowie a la banda sonora de la película Cuando el viento sopla (When the Wind Blows, 1986, Jimmy T. Murakami) y sacó el disco conceptual Radio K. A.O.S. (1987), su segundo álbum en solitario.
Tras la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989, organizó uno de los conciertos de rock más grandes de la historia, The Wall – Live in Berlin (1990), montado en un terreno vacío entre Potsdamer Platz y la Puerta de Brandeburgo, al que asistieron unas 300 mil personas. De carácter benéfico, acompañaron a Waters artistas como Joni Mitchell, Van Morrison, Cyndi Lauper, Bryan Adams, Scorpions o Sinéad O’Connor.
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