En Colima, 65 instituciones de asistencia privada trabajan día a día para atender a los sectores más vulnerables, muchas de ellas enfocadas en la salud. Sin embargo, gran parte de la población desconoce el enorme esfuerzo que realizan. Es por ello que la Junta de Asistencia Privada (JAP) del estado de Colima busca hacer visible, valorada y apoyada esta labor.
En ese sentido, María Elvira Ceballos Acosta, presidenta de la JAP, y Alicia Reyna Magaña, consejera del sector salud y presidenta de la Asociación contra el Cáncer Tecomense, informaron que en el estado hay 15 instituciones dedicadas al área de salud, con presencia en Colima, Manzanillo, Tecomán y Armería.
“El reto más grande es que ni entre nosotras nos conocíamos”, admitió Alicia Reyna. Por ello, dijo que desde enero comenzaron a organizar reuniones para que las asociaciones se presenten entre sí, compartan sus servicios y encuentren oportunidades de colaboración. “¿Cómo esperamos que la sociedad nos apoye si ni entre instituciones sabemos qué hace la otra?”, reflexionó.
Entre las asociaciones destacadas están AMANC, que apoya a niños con cáncer; “Amigos de Betania”, que atiende a pacientes con lepra; Donadores Compulsivos, que promueven la cultura de donación de sangre, y el Patronato del Hospital Regional Universitario, que ofrece traslados, medicamentos y estudios médicos. También hay organizaciones que brindan tanatología, albergues para familiares de pacientes, apoyo psicológico, entre otros servicios.
Elvira Ceballos recordó que la Junta de Asistencia Privada se creó hace 26 años para garantizar la organización y transparencia en el manejo de recursos de las asociaciones civiles. Actualmente, es un órgano descentralizado del Gobierno estatal, encargado de la supervisión legal, operativa y contable de esas instituciones. “Nos auditan el SAT, el gobierno del estado, y también realizamos visitas anuales a todas las asociaciones”, señaló.
No obstante, los recursos siguen siendo insuficientes. “El subsidio que se otorga no cubre todas las necesidades. La mayoría de los apoyos llegan en especie, no en efectivo, y el gran reto es la nómina: nadie quiere financiarla, pero sin personal no operan las instituciones”, explicó Ceballos.
Por ello, destacó que el llamado se extiende a la iniciativa privada, empresarios y sociedad civil. “Mi invitación es que visiten las instituciones. Un empresario puede no convencerse con papeles, pero si ve el trabajo de cerca, se toca el corazón. Así se suman”, expresó Alicia Reyna.
Entre los planes futuros están fortalecer la colaboración entre instituciones, promover campañas informativas y abrir las puertas a nuevos donadores y voluntarios. “Esta es nuestra casa, somos como una familia. Tenemos que trabajar unidas, conocernos y dejar claro que lo que hacemos tiene un impacto real en la vida de muchas personas”, concluyó Reyna.