La reciente aprobación del incremento salarial para el personal activo, pensionado y jubilado de la Universidad de Colima (UdeC), decidido en una sesión extraordinaria del Consejo Universitario, es una acción que trasciende la dimensión inmediata del beneficio laboral.
Ese ajuste, que incluye un 4% directo al salario base y un 2% en prestaciones no ligadas al sueldo para el personal activo, junto con un incremento del 4% para pensionados y jubilados, es una parte muy importante del compromiso de nuestra institución con su comunidad universitaria y, al mismo tiempo, un ejercicio responsable de sus finanzas.
Lo que destaca de esa decisión es su contexto: por primera vez en varios años, la UdeC no contó con recursos federales para cubrir las prestaciones no ligadas al salario. En un entorno presupuestalmente complicado y retador, la Universidad de Colima está demostrado su capacidad de autogestión y planificación estratégica al asumir esa obligación laboral con recursos propios.
Ese esfuerzo, como lo señaló el Rector Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, no hubiera sido posible sin el trabajo conjunto del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima (SUTUC), los trabajadores y el equipo administrativo-financiero.
Podemos explicar que el incremento salarial del 2025 no es un simple ajuste numérico; es una señal de estabilidad financiera. Garantizar los recursos para sostener las mejoras salariales y, además, cumplir con los compromisos laborales en un entorno de restricciones presupuestales habla de una administración que prioriza la transparencia, la eficiencia y el bienestar de su comunidad. Ese logro no sólo refuerza la confianza del personal, sino que también envía un mensaje claro: la Universidad de Colima está preparada para enfrentar los retos financieros del presente sin comprometer su misión educativa ni la calidad de vida de su comunidad.
Considerando que muchas universidades públicas mexicanas enfrentan dificultades financieras, la decisión tomada por el Consejo Universitario subraya la importancia de una gestión responsable y visionaria. La incorporación de recursos propios para cubrir prestaciones y garantizar el cumplimiento de la política salarial establecida por la Secretaría de Educación Pública es un ejemplo de que las soluciones se encuentran en la planificación y la corresponsabilidad entre los distintos actores de la universidad.
La Universidad de Colima demuestra, una vez más, que su estabilidad financiera es una herramienta clave para mantener su liderazgo académico y su compromiso con la excelencia educativa en beneficio de toda la sociedad.