Generó controversia la posibilidad de que la Selección Brasileña utilice un uniforme rojo como equipación alternativa para el Mundial de 2026, luego de que el portal Footy Headlines filtrara un diseño con ese color, lo que fue confirmado por el grupo Globo.
La camiseta, con detalles en negro, sustituiría al tradicional uniforme azul y blanco y saldría al mercado en marzo de 2026. La propuesta reavivó el debate político en Brasil, donde sectores vinculados al expresidente Jair Bolsonaro rechazaron la idea por considerar que el rojo representa al Partido de los Trabajadores, liderado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) afirmó que las imágenes filtradas “no son oficiales” y que la nueva colección aún no ha sido definida junto con Nike. Reiteró que los uniformes deben respetar los colores del estatuto: verde, amarillo, azul y blanco, salvo excepciones conmemorativas como el uniforme negro usado en 2023 para denunciar el racismo.
El diputado Zé Trovão presentó un proyecto de ley para prohibir el uso de colores distintos a los oficiales en instituciones públicas y entidades deportivas. “¡Ni nuestra bandera, ni nuestros uniformes, ni un carajo de nuestro país será rojo!”, escribió en redes sociales. Flávio Bolsonaro también se manifestó en contra.
Por su parte, la prensa deportiva también criticó la idea. Galvão Bueno calificó la propuesta como “un crimen” y “una ofensa descomunal a la historia del fútbol brasileño”, al recordar que el rojo no forma parte de la identidad histórica de la Canarinha.

