Cientos de indígenas tzeltales, choles y lacandones de la comunidad Nueva Palestina, municipio de Ocosingo, estado de Chiapas, marcharon por las calles de la zona para exigir la presencia de las fuerzas de seguridad y manifestarse en contra del crimen organizado que pretende extorsionarlos.
Los indígenas de pueblos originarios exigieron además un cese a la violencia que ejercen grupos delincuenciales, quienes se pelean el territorio y han comenzado a hostigar a los civiles al intentar apoderarse de comunidades, caminos y veredas de la zona de la selva.
La movilización, como lo atestiguó EFE, estuvo conformada por autoridades de la comunidad y municipales, amas de casa, estudiantes, agricultores, así como también por personas desplazadas por el crimen organizado.
Durante su recorrido por las calles mostraron pancartas con mensajes como “¡Alto a la violencia!”, “No a la extorsión a la comunidad”, “¡Paz y tranquilidad en nuestro pueblo!”, y “Fuera carteles de la Selva Lacandona”.
También manifestaron que en Nueva Palestina han crecido enormemente los grupos llamados “polleros”, que se han dedicado a extorsionar a la población con el famoso cobro de piso (extorsión), por lo que exigieron la “intervención inmediata de autoridades municipales, estatales y federales” y señalaron dónde los pueden ubicar.
En lo que va de septiembre se han registrado unos 12 ataques armados contra pobladores, llevados a cabo por grupos armados y paramilitares que acechan a pobladores de comunidades, militantes y seguidores del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), además de trabajadores, empresarios y ganaderos.
La marcha se da en el marco de una serie de amenazas contra la población y el intento de secuestro a una autoridad de la comunidad de Nueva Palestina por el grupo delincuencial del Cartel de Sinaloa hace unos días. En 2021 el Ejército mexicano fue retirado de la zona y ahora los pobladores quieren que regrese, al igual que la Guardia Nacional.
La violencia en la región no cesa. Hace una semana se dio la ejecución de 7 personas en la comunidad de Pantelhó, en la zona fronteriza con Guatemala, donde grupos de autodefensas y grupos armados acechan a autoridades pobladores.
En los últimos meses la violencia e inseguridad han ido en aumento en las comunidades indígenas de Chiapas, donde grupos armados se han apoderado de los pueblos originarios.
Aunque activistas y habitantes continúan denunciando estas acciones, las autoridades federales niegan reconocer los hechos delictivos afirmando que hay paz.
Chiapas es un territorio estratégico por su ubicación geográfica, y representa el puente de conexión entre el sur y el norte del continente a través de 700 kilómetros de frontera con Guatemala.