El primer Foro Nacional de Economía Circular, organizado por la Universidad de Colima (UdeC) y su Voluntariado, ha sentado las bases de un diálogo urgente y necesario. En un contexto global donde los modelos de consumo lineales han demostrado ser insostenibles, nuestro foro representa un llamado a la acción que va más allá de la reflexión académica, involucrando a estudiantes, autoridades, empresarios y a la sociedad civil en una causa que no admite más postergaciones.
La economía circular, que propone un cambio paradigmático hacia la reutilización, reciclaje y regeneración de recursos, no es solo una alternativa viable al modelo lineal; es una necesidad impostergable para garantizar la sostenibilidad de nuestro entorno.
Las palabras del Rector Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, al inaugurar ese evento, subrayan la responsabilidad social de la UdeC como un actor clave en la transformación hacia modelos más armónicos con el medio ambiente.
El foro no solo propicia el intercambio de ideas y experiencias, sino que también plantea acciones concretas, como el impulso a una Ley de Economía Circular en el estado de Colima. Esa propuesta legislativa, respaldada por actores municipales, estatales y académicos, evidencia que la colaboración multisectorial es fundamental para generar un impacto real. Sin embargo, como se destacó durante los paneles, el mayor reto sigue siendo la concientización y el cambio cultural.
Es imperativo que las universidades, como epicentros del conocimiento, lideren esa transición. Sin embargo, el compromiso debe extenderse a todos los niveles: desde los hogares hasta los gobiernos. No se trata solo de adoptar nuevas prácticas, sino de repensar nuestra relación con los recursos y con nuestro entorno.
Colima tiene una oportunidad única de posicionarse como referente en la implementación de la economía circular. Nuestro foro es el punto de partida para una transformación integral que trascienda las buenas intenciones y se traduzca en políticas públicas, tecnologías innovadoras y hábitos sostenibles.
La tarea es titánica, pero no imposible. Como comunidad, creemos que debemos asumir nuestra corresponsabilidad y actuar en conjunto. Solo así podremos garantizar un futuro donde el desarrollo económico y la conservación ambiental no sean caminos opuestos, sino paralelos.

