¿Qué es la glía entérica y por qué es tan importante para el intestino?
Por Doctora Georgina Valencia Cruz*
¿Cuál es la razón más simple de una célula cuando se comunica con otra de su mismo tipo u otras distintas? La comunicación celular es esencial para mantener el equilibrio dentro del organismo. Las células envían señales para coordinar funciones como el crecimiento, la respuesta inmune y la reparación de tejidos. Los hacen a través de moléculas químicas como los iones y los péptidos que activan receptores en otras células y generan respuestas específicas.
La glía entérica es un componente esencial del sistema nervioso entérico, que forma parte del sistema digestivo; su función va mucho más allá de solo brindar soporte estructural a las neuronas entéricas. En el caso de la glía entérica, el papel que desempeña en la comunicación es clave para regular la actividad del sistema digestivo, tratando de mantener el equilibrio y asegurando que todo marche bien en el intestino.
Su papel en la interacción con el sistema inmunológico y la microbiota intestinal es fascinante. Se ha descubierto que puede modular la inflamación y la regeneración tisular, además de influir en la motilidad intestinal y la secreción de neurotransmisores, sustancias que secretan las neuronas para comunicarse. También se ha sugerido que puede estar involucrada en enfermedades gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad de Crohn, lo que abre nuevas posibilidades de investigación en neurogastroenterología.
Además de la comunicación bidireccional de la glía y las neuronas entéricas a través de los neurotransmisores y los gliotransmisores (ambos, sustancias esenciales para la comunicación celular), la glía entérica se comunica principalmente mediante señales de calcio (Ca²⁺), que pueden viajar a través de unas proteínas llamadas conexinas.
Estas proteínas pueden formar dos estructuras: hemicanales, que suelen permanecer cerrados y solo se abren principalmente en respuesta a una lesión, y uniones comunicantes, que permiten el intercambio de señales entre células adyacentes en condiciones normales. Dentro de esta familia de proteínas, la Cx43 juega un papel clave en la salud del intestino. Alteraciones en su expresión pueden llevar a disfunciones en la coordinación celular y contribuir a la inflamación crónica. Cuando algo falla en estas conexiones, pueden aparecer enfermedades inflamatorias como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
Comprender cómo las células gliales entéricas actúan durante los procesos inflamatorios es fundamental para desarrollar nuevas estrategias terapéuticas. Algunos estudios exploran cómo la modulación de Cx43 puede reducir la inflamación y mejorar la función intestinal. Por ejemplo, ciertas sustancias que inflaman como interleucinas o metabolitos de la microbiota, como los ácidos grasos de cadena corta, pueden influir en la modulación de Cx43. Esto abre la puerta a posibles tratamientos para mejorar la salud intestinal y combatir enfermedades relacionadas con la inflamación.
Es asombroso pensar en el sistema nervioso entérico como un segundo cerebro, con autonomía suficiente para regular muchas funciones digestivas sin intervención directa del sistema nervioso central. Cada vez se descubren más formas en las que la glía entérica contribuye al equilibrio dinámico de nuestro intestino.
En ese sentido, nuestro grupo de colaboración liderado por la Dra. Andrómeda Liñán-Rico, en el Centro Universitario de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Colima, contribuye con investigaciones encaminadas a resolver este tipo de preguntas. Mi participación en dicho grupo está encaminada a estudios de cultivo celular, tinciones en tejido y células que localicen la participación de diferentes proteínas que forman parte de estos procesos de señalización en la inflamación intestinal.
*Responsable del Laboratorio de Uso Común del Centro Universitario de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Colima.
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