El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Colima, Rodrigo Ramírez, informó que la jornada electoral del domingo 1 de junio no afectó de forma significativa las ventas en el sector restaurantero. No obstante, reconoció que los establecimientos con giro de “botanero” sí registraron pérdidas, debido a su alta dependencia de la venta de bebidas alcohólicas.
Según una encuesta interna realizada por la Canirac, el balance general para el sector fue más positivo que negativo, incluso con la aplicación de la Ley Seca durante el fin de semana electoral.
Ramírez destacó que, en otros estados, como Guanajuato y la Ciudad de México, se permitió la venta de alcohol, lo que favoreció a los negocios del ramo. Por ello, reiteró que la cámara ha enviado oficios a las autoridades solicitando reconsiderar esa medida en futuras jornadas electorales.
“Muchos de nuestros afiliados dependen en gran medida de la venta de bebidas alcohólicas, y esta actividad representa una fuente importante de empleo. Por eso hemos insistido en la necesidad de replantear la Ley Seca en este tipo de fechas”, explicó.
El dirigente también criticó la efectividad de la prohibición, señalando que muchas personas adquieren bebidas alcohólicas con antelación, evadiendo la restricción sin que ello represente una reducción real en el consumo.
Francis Bravo