La Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima por primera vez que la demanda global de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) comenzará a declinar antes de 2030, afirma el director ejecutivo del organismo, Fatih Birol, en un artículo en el diario Financial Times publicado este martes.
El informe anual de la AIE, que se publicará en octubre, mostrará que “el Mundo está en el umbral de un punto de inflexión histórico”, escribe Birol, que asegura que se ha llegado a este escenario “antes de lo que mucha gente anticipaba”.
“Esta es la primera vez que el pico de demanda está a la vista para cada tipo de combustible (fósil) durante esta década”, recalcó el directivo, con base en las actuales medidas acordadas por países de todo el Mundo y sin necesidad de tener en cuenta “nuevas políticas climáticas”.
El cambio está principalmente motivado por el crecimiento de “tecnologías de energía limpia como paneles solares y vehículos eléctricos”, los “cambios estructurales en la economía china” y “las ramificaciones de la crisis energética global”, describió el director de la AIE.
Con todo, Birol alerta de que las proyecciones de declive de la demanda no están “ni siquiera cerca de ser suficientes” para lograr el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados respecto a niveles preindustriales.
“Eso requerirá medidas por parte de los gobiernos significativamente más potentes y rápidas”, argumentó.
La AIE anticipa además que el declive de la demanda no será lineal, sino que se producirán picos, caídas y mesetas durante el proceso.
“Las olas de calor y sequías pueden provocar incrementos temporales en la demanda de carbón”, indica el directivo, que subraya al mismo tiempo que sus predicciones “no eliminan la necesidad de invertir en la producción de petróleo y gas” porque “los declives naturales en los campos de extracción existentes pueden ser muy pronunciados”.