Dom. Dic 7th, 2025

COLUMNA: Ciencia y Futuro

Por Redacción Jun23,2025 #Opinión

Los plaguicidas y la contaminación en medios bióticos y abióticos

Por Doctor Arturo César García Casillas*

El término plaguicida se utiliza generalmente para identificar agroquímicos destinados a prevenir, controlar o destruir especies indeseables que interfieren con la producción, el almacenamiento, el transporte y el secado de alimentos, madera y productos derivados de la misma. Los plaguicidas pueden agruparse en diferentes familias químicas, como: organoclorados, organofosforados, órganofluorados, carbamatos, piretroides, entre otros. A nivel mundial, se utilizan alrededor de 2 millones de toneladas de pesticidas cada año. Sus funciones se expresan con diversos grados de toxicidad relacionados con la Dosis Letal Mediana (DL50). 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que alrededor de 3 millones de trabajadores en países en desarrollo sufren intoxicaciones graves por plaguicidas cada año, de los cuales aproximadamente 18 mil fallecen. Las formulaciones de plaguicidas generalmente presentan una alta concentración de solventes con baja dispersión, que permanecen en el suelo durante mucho tiempo, moviéndose por el ambiente y poniendo en riesgo los sistemas biológicos. Las actividades agrícolas pueden reintroducir estos contaminantes en los ambientes acuáticos a través de las aguas residuales. 

La superficie agrícola que requiere riego se ha incrementado en las últimas décadas, lo que ha aumentado el uso de plaguicidas y, con el tiempo, ha afectado la calidad de las aguas subterráneas. Los organofosforados son solubles en agua; en consecuencia, se encuentran ampliamente distribuidos en cuerpos de acuíferos. Además, son tóxicos para los microorganismos acuáticos, alteran la fotosíntesis y el crecimiento celular y, por lo tanto, causan pérdida de biodiversidad. Las dos fuentes más importantes de contaminación a través de organofosforados en los sistemas acuáticos son los desbordamientos de aguas residuales y los efluentes de las plantas de tratamiento de aguas residuales. Con respecto a la contaminación por plaguicidas residuales en ambientes abióticos y bióticos, los accidentes tienen consecuencias únicas. 

Por ejemplo, la ciudad de Salamanca, ubicada en el estado de Guanajuato, se caracteriza por su desarrollo agrícola. Sin embargo, existe un caso particular relacionado con la contaminación por organoclorados en este lugar, en específico en las instalaciones y alrededores de la antigua Unidad Industrial Tekchem, donde se fabricaban organoclorados y organofosforados. La empresa cesó sus operaciones en el año 2007. Sin embargo, hasta la fecha, existe un problema de contaminación del suelo y las aguas subterráneas debido a la gestión inadecuada de los procesos y los residuos durante la mayoría de las etapas de producción. 

Un estudio in situ mostró que el suelo está contaminado principalmente con organoclorados, que representan aproximadamente el 70% de los compuestos identificados, siendo el DDT y sus metabolitos los que se encuentran en las concentraciones más altas. Los costos ecológicos son otra consecuencia de la aplicación masiva de organofosforados, incluyendo la interacción de los elementos constituyentes de la biósfera, que pueden sintetizarse en los siguientes problemas ambientales: contaminación de recursos abióticos, desequilibrio de poblaciones, pérdida de biodiversidad, contaminación de cadenas alimentarias, bioacumulación y residuos en alimentos. 

La exposición a plaguicidas es muy común en todo el mundo. Los agricultores y las personas que entran en contacto con ellos a menudo desconocen su historial, clasificación y efectos peligrosos. Con el conocimiento de la clasificación de plaguicidas, el uso adecuado, la exposición, la toxicidad y la regulación, junto con programas de salud pública eficaces, la carga de enfermedades humanas causadas por la exposición a plaguicidas debería reducirse considerablemente, a la vez que se mejoraría la salud pública y el ecosistema. 

Para más información sobre el presente tema, puede consultarse el siguiente enlace: DOI: https://doi.org/10.35429/H.2024.5.71.93 

*Profesor e investigador de la Facultad de Medicina, Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Colima

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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