El Periodismo viene con “mala levadura” (primera parte)
Por César Barrera Vázquez
La frase que da título a esta colaboración se la escuché a Roberto Águila, en una de las muchas tertulias de viernes que sostuvimos en la casa de mi abuelo, Jorge Vázquez Chávez. Sin embargo, es justo matizar que el señor Águila la adaptó a partir de aquella otra línea, la original, de Rubén Darío en su poema “Los motivos del lobo”: “El hombre nace con mala levadura”.
El exdirector de El Comentario sostenía en aquella charla que el Periodismo viene con “mala levadura” porque, pese a su loable función de informar con veracidad a la sociedad, no deja de ser un negocio. Y esa visión utilitarista lo condiciona desde su origen.
Aquí se abre una reflexión, incluso con visos ontológicos: ¿cuál es el propósito del Periodismo?, ¿cuál su razón de ser, su esencia más primigenia? Si el Periodismo es un negocio, entonces su objetivo sería generar ingresos y ser económicamente sostenible y financieramente rentable, como cualquier otra actividad mercantil.
Por supuesto, cualquier actividad humana puede asumir un enfoque comercial o utilitarista. En el caso de la labor informativa, eso implica muchas veces sacrificar la verdad, omitir datos, exagerar hechos o apostar por el morbo: el interés del público por encima del interés público. Prueba de ello fueron periódicos como Alarma, uno de los diarios con mayor tiraje en la historia de México, cuyas páginas estaban literalmente manchadas de sangre.
Para determinar si Alarma hacía Periodismo, debemos definir qué es el Periodismo y cuál es su justificación como actividad humana con un claro impacto sociológico. En ese sentido, cualquier lego diría que el Periodismo informa. Y ahí está el detalle: a menudo se confunde comunicación informativa con información noticiosa. Un instructivo para armar una bicicleta ofrece información, pero no es noticioso. Por ello, si bien el Periodismo comunica, no toda comunicación es periodística. Su rasgo distintivo es lo noticioso, un concepto cualitativamente diferente de lo meramente informativo.
Siguiendo este razonamiento deductivo, es indispensable llegar a una definición clara de “noticia”: ¿qué es lo noticioso y cuál es su valor intrínseco? Porque si el objetivo no es únicamente informar -como lo hace una caja de Zucaritas en su reverso-, debemos entonces reflexionar sobre el verdadero significado del concepto “noticia”.
Sobre ello nos ocuparemos en la segunda parte de esta colaboración, sin perder de vista el papel central de la sociedad. Porque el Periodismo surge dentro de una dinámica colectiva: no se puede comprender sin ese enfoque sociológico que explica por qué se informa, desde una perspectiva netamente noticiosa; es decir, periodística.
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